sábado, 9 de enero de 2010

Revueltas de inmigrantes en el sur de Italia contra la esclavitud laboral, la explotación y el racismo


Una fuerte persecución de inmigrantes se ha desatado desde este jueves en la pequeña localidad de Rosarno, al sur de Italia, dejando hasta los momentos un saldo de 37 personas heridas, dos de ellas en estado de gravedad. Los inmigrantes se han rebelado contra los continuos ataques racistas que vienen sufriendo por los habitantes de la zona, y contra las penosas condiciones laborales y humanitarias que han de soportar durante su estancia temporal en la misma. Una parte de la población autóctona ha respondido a estas protestas incrementando los ataques racistas y desatando una auténtica campaña de caza y captura contra el inmigrante, ante la pasividad de las autoridades, y la complicidad de La UE, que sigue sin amenazar a Italia con la expulsión, a pesar de las diversas muestras de racismo y fascismo institucional acaecidas en el país en los últimos años. Según han denunciado algunas organizaciones humanitarias, detrás de la explotación de estos inmigrantes, así como de las provocaciones racistas que han dado origen a las revueltas, estaría la “Ndrangheta”, la mafia local.

Inmigrantes se rebelan contra las agresiones racistas y la explotación


La localidad italiana de Rosarno, en la región de Calabria, vive momentos de tensión después de la agresión a dos inmigrantes. Los extranjeros, que trabajan como agricultores, se lanzaron a la calle el pasado jueves para protestar por estos hechos y la lamentable situación laboral y humanitaria a la que deben hacer frente día a día en la localidad, lo que desembocó en enfrentamientos con la Policía y algunos ciudadanos.

Trabajar en el campo recogiendo naranjas durante 12 horas por 20 euros al día debe de cansar mucho. El agotamiento puede convertirse en cabreo si, cuando terminas tu jornada laboral, no te espera una casa caliente con una cómoda cama, sino un colchón andrajoso en medio de una fábrica abandonada. Ésta es la realidad que afrontan los temporeros del campo italiano, en su mayoría africanos llegados a Europa en patera desde las costas libias. La situación socio-laboral y humanitaria a la que deben hacer frente estos trabajadores africanos en el sur de Italia es lo más parecido a la esclavitud que se recuerda en mucho tiempo en Europa.

La situación de explotación que sufren estos seres humanos sólo necesitaba una chispa para que estallase. Unos desconocidos se han encargado de proporcionarla: dos temporeros africanos fueron tiroteados el jueves con un fusil de aire comprimido. Las heridas no fueron de gravedad, pero terminaron de desatar la ira de los inmigrantes, que mantienen desde entonces una guerra urbana con las fuerzas de seguridad y con algunos de los vecinos de la ciudad. La mano de la “Ndrangheta”, la Mafia calabresa, se sospecha detrás de las provocaciones racistas que originaron el inicio de las revueltas, así como de alentar la respuesta racista de los vecinos de la localidad.

La rebelión comenzó el jueves al caer la tarde, después de que dos temporeros -un nigeriano sin documentos y un refugiado político originario de Togo- resultaran heridos leves por los disparos de una pistola de aire comprimido realizados por dos vecinos sin motivo aparente. Los temporeros marcharon por la carretera que une los campos de naranjas con el pueblo, voltearon coches, quemaron contenedores de basura y atacaron con palos y piedras a algunos vehículos. Los inmigrantes, cuyas protestas también bloquearon una calle, se enfrentaron con policías anti disturbios y varios de ellos fueron arrestados. Algunos manifestantes gritaban "No somos animales" y llevaban pancartas en las que se leía "Los italianos de aquí son racistas".

En la mañana de este viernes además, unos dos mil inmigrantes realizaron una huelga en el centro de esta localidad. Una de las peticiones de los inmigrantes es la mejora de las condiciones inhumanas en las que viven y trabajan. Según algunas organizaciones humanitarias, los inmigrantes africanos, la mayoría provenientes de Togo, Ghana, Sudán, Mauritania, Congo o Senegal, están obligados a trabajar hasta 20 horas al día en la cosecha de mandarina, naranja y tomate por unos 20 euros al día y viven en galpones sin los servicios básicos.

"Queremos más protección ante la constante violencia racista. Sólo estamos aquí para trabajar", reclamaron los jornaleros indignados ante la prefectura de la policía de la localidad. "Necesitamos protección", ha dicho Siski, un inmigrante de 25 años, "porque sufrimos continuamente actos de violencia racista".

Los inmigrantes, según explica la prensa local, viven hacinados en una vieja fábrica abandonada en condiciones infrahumanas y la mayoría de ellos no tienen documentos y subsisten gracias a los miserables sueldos que los explotadores mafioso-italianos les pagan por sus inacabables jornadas de trabajo.

Tras las primeras protestas, la mayoría de los jornaleros extranjeros regresó a sus alojamientos por la tarde. Por el contrario, unos cien habitantes de Rosarno se apostaron hasta tarde en una carretera ubicada entre los refugios de los africanos y el centro del pueblo, para establecer una "barricada de seguridad" con palos y piedras.

Caza al inmigrante y represión policial: el Ministro del Interior acusa a los inmigrantes de ser responsables de la situación

El balance provisional es de 34 heridos, ocho detenidos y varios contusionados. La tarde del Viernes dos inmigrantes africanos fueron ingresados en el hospital al ser tiroteados en las piernas. Por el momento, se desconoce quién ha sido el responsable de los disparos, acaecidos poco antes de que, según indican los medios italianos, otros dos inmigrantes resultaran heridos por los golpes propinados por varios vecinos. Como resultado de los altercados que se vienen produciendo en la localidad sureña, ocho personas fueron detenidas este viernes, entre ellas siete extranjeros y un italiano, que intentó atropellar a varios de los inmigrantes que se manifestaban por las calles de la localidad con una excavadora.

El clima de tensión es tal que el jefe de la Policía italiana, Antonio Manganelli, dispuso a última hora de esta tarde el envío de un nuevo contingente de agentes para asegurar el mejor control del territorio y garantizar la seguridad en la zona, que se suma a la unidad específica ya establecida por el Ministerio de Interior.

El ministro de Interior, Roberto Maroni, responsabiliza a la inmigración ilegal de los altercados cuando se supone que estas personas tienen un contrato de trabajo. Roberto Maroni, ha comentado lo ocurrido afirmando que "Italia ha sido demasiado tolerante con la inmigración clandestina en los últimos años". "En Rosarno", ha explicado, "se vive una situación difícil como en otros sitios, porque en todos estos años se ha tolerado, sin hacer nada eficaz, una inmigración clandestina que ha alimentado por una parte la criminalidad y por otra ha generado una situación de fuerte degradación".

Al mismo tiempo, un grupo de personas ocuparon la alcaldía para exigir la salida de los inmigrantes y hasta un ciudadano disparó al aire desde la terraza de su residencia para disolver la manifestación.

Las televisiones han contado que en las calles de Rosarno se vive un clima de "caza al negro". Todas las tiendas están cerradas, ha habido disparos al aire y varios periodistas llegados al lugar han sido atacados por vecinos que no querían testigos. La vendetta ha estallado después de que se extendiera el falso rumor de que una mujer supuestamente agredida por los africanos estaba embarazada y había perdido el niño.

"Que se vayan, que tengan miedo, no los queremos", exclamó ante las cámaras de televisión un joven italiano, reflejando el racismo de la población local que organizó rondas y patrullas con garrotes y hasta bidones de gasolina. Los vecinos calabreses han intentado linchar a algunos trabajadores que marchaban hacia el ayuntamiento para pedir al alcalde mejores condiciones de vida y el fin de la violencia.

Una región dominada por la mafia

La rica zona agrícola de la Piana (llanura) de Rosarno, al norte de Reggio Calabria, está dominada por empresas vinculadas a la 'Ndrangheta, la poderosa mafia local. Los cerca de 3.000 trabajadores que se calcula están ahora en la región viven en condiciones inhumanas, en silos o fábricas abandonadas, sin baños ni camas, y son reclutados por los capataces de las 'ndrine, las bandas mafiosas que poseen la tierra.

Los caporales locales eligen a los trabajadores más fuertes al amanecer, como si fuera un mercado de ganado, según cuenta un reportaje de La Repubblica. El jornal es de 20 euros diarios, y la jornada dura entre 12 y 14 horas. Los elegidos deben además pagar un pizzo (comisión) de cinco euros a quienes les reclutan.

Las autoridades creen que los agresores del jueves por la noche eran miembros de la mafia calabresa 'Ndrangheta. Probablemente, quisieron castigar a los jornaleros que no pagaron el "impuesto" (pizzo). Otras versiones de prensa señalaron a la Ndrangheta de instigar los disturbios para distraer la atención de los hechos del domingo pasado en Reggio-Calabria, donde sicarios de esa organización lanzaron explosivos contra la sede de la procuraduría local, lo que llevó al gobierno a endurecer las medidas de seguridad.

Según el mayor sindicato de Italia, Cgil, cerca de 50.000 inmigrantes residen en condiciones similares a la de los trabajadores de Rosarno. El sindicato denunció a la mafia calabresa como responsable de la explotación de los inmigrantes, tratados como "verdaderos esclavos", recalcó.

El temor que ha aparecido en las últimas horas en la localidad, en especial entre las autoridades responsables de garantizar el orden, es que los capos mafiosos que controlan el lugar consideren que estos sucesos se les han escapado de las manos, y vean en estos episodios de violencia una afrenta a su código de honor que no pueden pasar por alto. Se teme que en las próximas horas quienes hablen seán las escopetas de los hombres de las células de la 'Ndrangheta, que no pudiendo tolerar que en su territorio se dé semejante violación de la Pax mafiosa, decidan emprender una campaña de ataque contra los inmigrantes que se han alzado en las protestas.

Reacciones oficiales de las autoridades italianas


La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Laura Boldrini, manifestó este viernes su preocupación por la tensión entre inmigrantes y la población. "Temo que se desate una caza del inmigrante", declaró Boldrini, portavoz en Italia de Acnur poco antes de partir hacia la localidad sureña.

El presidente de la región, Agazio Loiero, afirmó que estos episodios son fruto de un "clima de intolerancia xenófoba y mafiosa y que ha terminado con la revuelta de los inmigrantes explotados, insultados, y ahora también agredidos".

Por su parte, el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, hizo un llamado para que "cese la violencia" ante el aumento de la tensión.

El secretario general del opositor Partido Democrático, Pierluigi Bersani, acusó por su parte al ministro Maroni de tener una visión superficial de los acontecimientos. "Primero se requiere retornar a la calma y después ir a la raíz de una situación hecha de mafia, explotación, xenofobia y racismo", indicó Bersani, tras recordar que en Italia rige la ley de inmigración Bossi-Fini, aprobada por la derecha en el poder.

La Conferencia Episcopal Italiana ha condenado "los actos de violencia y la situación de extrema dificultad que viven los inmigrantes, sin ayuda ni humana ni económica". El episodio representa un "signo de intolerancia y de degradación humana", ha señalado Bruno Schettino, presidente de la comisión episcopal para las Migraciones.

Igualmente, el vicario general de la diócesis de Oppido-Palmi, Pino Demasi, ha declarado que “Existe una explotación por parte de la criminalidad causada por la ausencia del Estado que tiene que intervenir. Aquí –ha matizado- existe gran solidaridad de los ciudadanos para ayudar a los inmigrantes, pero la caridad no es suficiente porque no resulte los problemas”.

La revista Ffmagazine, cercana a la Fundación Farefuturo, de Gianfranco Fini, ha afirmado: "En Italia existe la esclavitud, y un Estado cívico, moderno y democrático no puede tolerar que miles de personas vivan en la indigencia más absoluta".

El jefe de la policía en la capital regional, Renato Cortese, instó a la población a salir de sus casas sólo por víveres. Según la radio local, hubo personas que permanecieron en sus viviendas.

Italia, un país en manos del Fascismo

Actualmente, en Italia los insultos racistas contra un jugador de fútbol africano, los anuncios inmobiliarios que descartan contratos con "inmigrantes y animales", las agresiones contra extranjeros durante las fiestas de Año Nuevo, los llamamientos a “limpiar” de extranjeros pueblos enteros, la recientemente aprobada ley de seguridad, la puesta en marcha de las patrullas ciudadanas con estética fascista, o las macabras y continuas propuestas xenófobas y raciales de la Liga Norte (en cuyas mano está el Ministerio de Interior) son pruebas de la difusión del racismo y el fascismo en el país.

La Liga del Norte, un partido que forma parte de la coalición que gobierna en Italia, nunca ha ocultado su fuerte antipatía hacia los musulmanes. No sólo defiende que se prohíba levantar nuevas mezquitas en Italia sino que incluso ha llegado a pasear cerdos (un animal considerado impuro por los musulmanes) en aquellos terrenos donde estaba previsto hacerlo.

Pero ahora, la Liga ha dado una nueva vuelta de tuerca en su batalla contra el islam. Se niega sencillamente a que haya musulmanes en el equipo de limpieza que asea las oficinas del Consejo Provincial de Trento, en el norte del país.

"Somos un partido con una posición muy clara frente al islam. Y no nos parece oportuno, ni seguro, que trabajadores de esa religión puedan moverse sin problemas por nuestras oficinas y tener acceso a nuestros ordenadores", argumenta Alessandro Savoi, responsable de la Liga del Norte en Trento, en la carta que ha enviado al presidente del Consejo provincial solicitándole que los musulmanes que actualmente se ocupan de limpiar la sede de ese organismo sean apartados de esa labor.

La petición de la Liga del Norte es sólo una más de los cientos y cientos de iniciativas puestas en marcha en Italia en los últimos meses contra los inmigrantes, y la mayoría de las cuales llevan la firma de esa formación. Representantes del partido han pedido durante este tiempo incluso prohibir las reuniones de extranjeros en parques y que se reserven asientos para italianos en el transporte público. El fascismo más atroz vuelve por sus fueros en el país que lo vio nacer.

"La situación se ha degradado en Italia. Todos los días, un negro es agredido", reconoció el periodista y escritor, Gian Antonio Stella, autor del libro "Negros, maricas y judíos. La eterna guerra contra el otro".

Un etíope fue agredido en Florencia (noroeste), porque protestaba contra los petardos durante la fiesta de Noche Vieja, y un egipcio fue pateado fuertemente por ser homosexual. En febrero de 2009, un ciudadano de la India de 35 años, Singh Navte, albañil y sin casa, fue insultado, apaleado y finalmente quemado con nafta por tres bravi ragazzi de buena familia, drogados y borrachos, que querían "combatir el aburrimiento con emociones fuertes", como confesó uno de ellos. Poco después, un funcionario de policía de Civitavecchia fusiló a su vecino de Senegal, durante una discusión. Después dijo que el tiro se le escapó pero no explicó qué hacía con el fusil en la mano. Los vecinos dijeron que el policía "odiaba al negro", que era un inmigrante regular desde hace veinte años, y se la hizo pagar. El 25 de Agosto tuvo lugar, en Basilicata, la enésima agresión racista, en este caso sufrida por parte de trabajadores de Burkina Fasso, dedicados a la recolección de tomate. Estos trabajadores, alojados en casas abandonadas sin los más elementales servicios, fueron amenazados para que abandonasen las viviendas. La amenaza incluyó varios disparos de arma que no llegaron a herir a ninguno. Son solo algunos de los muchos episodios racistas sucedidos en Italia durante las últimas fechas.

El pasado mes de noviembre, en un acto que bien recuerda a los tiempos de la limpieza racial nazi-fascista, el Ayuntamiento de Coccaglio, un pequeño municipio del norte de Italia, puso en marcha una operación llamada 'Navidades Blancas' dirigida a expulsar de la localidad antes del 25 de diciembre a todos los inmigrantes que no tuvieran los papeles en regla. La idea básica era la de hacer un censo antes de Navidad de todos los extranjeros del norteño pueblo del Coccaglio (3.000 habitantes) para luego denunciar a los clandestinos ante la policía, dado que la ilegalidad fue introducida como delito grave en la legislación.

El alcalde de la pequeña isla siciliana de Lampedusa, en la que desembarcan a diario cientos de inmigrantes provenientes de África, está siendo juzgado por sus declaraciones discriminatorias. "No soy racista, pero la carne de un negro huele mal aún después de lavada", afirmó. La ministra italiana de Turismo, Michela Vittoria Bambrilla, apareció en Junio en un acto público realizando el saludo fascista, brazo en alto. El ministro para las Reformas Federales, Umberto Bossi, continuamente nombra a los afrodescendientes con el apodo de "Bingo Bongo". Ese nombre evoca al personaje de una película que fue criado en la selva por monos.

El pasado Julio, el Parlamento italiano de Silvio Berlusconi daba su aprobación final a una polémica ley que introducía el delito de inmigración clandestina y legalizaba las rondas nocturnas hechas por ciudadanos. La ley de seguridad fue aprobada por el voto de confianza, de manera que los miembros del Parlamento en la coalición gobernante fueron virtualmente obligados a aprobarla. Tal ley fue catalogada en su momento como la “reintroducción de leyes racistas”, comparando la medida con las infames leyes racistas introducidas por Mussolini en 1938, que prohibía a los judíos trabajar y educarse. La nueva ley, que ya había sido aprobada en mayo por la Cámara de Diputados, fue adoptada por el Senado con 157 votos a favor, 124 en contra y tres abstenciones. El artículo más controvertido es aquel que introducía el delito de inmigración clandestina, castigado con una multa de 5000 a 10.000 euros y la expulsión inmediata. La cárcel como castigo fue excluida debido a la superpoblación carcelaria en Italia que cuenta con una cifra record de detenidos. A partir de ese momento, por ejemplo, el hecho de alquilar un departamento a un inmigrante clandestino o simplemente ofrecerle hospedaje podría ser sancionado con penas de hasta tres años de cárcel.

A mediados de junio, distintos grupos ultraderechistas anunciaron su intención de participar en las denominadas “patrullas ciudadanas” y mostraron uniformes claramente inspirados en la estética fascista de los camisas negras. Menos notorios, pero igualmente significativos, son los anuncios en los diarios especializados: "Arriendo apartamento. Se excluye a extranjeros y animales". "Alquilo casa sólo a italianos", "Cedo inmueble, chinos descartados”.

El Informe sobre el Racismo en Italia, publicado a mediados del año pasado, llegó a la conclusión de que el odio y el rechazo del otro es "un pensamiento común" en la península. Además de los trabajadores africanos, el colectivo de los ciudadanos Rumanos ha sido otro especialmente perseguido y atacado por el racismo institucional y popular italiano. Hace un par de años, el Gobierno italiano emitió un decreto que autorizaba a las autoridades locales a expulsar a nacionales y comunitarios que supongan una amenaza pública, especialmente dirigido para la caza, captura y expulsión de los Rumanos. Diversos episodios de ataques racistas contra los Rumanos se han sucedido en el país desde entonces, algunos de ellos similares a los acaecidos estos días contra los trabajadores africanos en el sur de la nación.

El Fascismo, pues, vuelve a ser amo y señor de la política italiana, sin que las autoridades de la UE, tan democrática supuestamente, hagan nada por impedirlo.¡Pobre Italia!

Lo que en Honduras no era represión, en Irán acaba siéndolo por obra y gracia de la prensa internacional


La cadena France 2, emitió el pasado lunes imágenes de una protesta contra la dictadura hondureña tal como si fuesen imágenes de una reciente manifestación en Teherán (Imagen 1). Concretamente, emitieron unas imágenes de la represión violenta de policías y militares golpistas en Honduras contra la resistencia popular tras el golpe de Estado, tratando de hacer pasar tales imágenes como si fuesen sucesos acontecidos en las revueltas desarolladas en Irán el pasado fin de semana, como supuesta demostración de la violencia policial y la represión llevada a cabo por la policía Iraní contra los manifestantes de la oposición.

La manipulación fue descubierta y denunciada por la web Arrêt sur images, que se dedica a analizar las imágenes que aparecen en los medios. Tal y como cuentan en esta web, esa fotografía se encontraba en una fotogalería del 9 de julio en el digital de Le Figaro (Imagen 2).

Además, la cadena francesa no se conformó con una sóla transmisión de las imágenes manipuladas. Tales imágenes fueron emitidas varias veces a lo largo del día en los diferentes espacios informativos de la televisora, tal y como se cuenta desde Aporrea.org. Hasta ahora la emisora no ha hecho pública ningún tipo de corrección ni de aclaración sobre el hecho. Tampoco se espera que tengan pensado hacerlo, salvo, como mucho, para tratar de hacer pasar la manipulación por un error inocente, tal y como ya han hecho en su defensa los medios de comunicación internacionales que han publicado la noticia, entre ellos el diario español Público.

Aunque, esta vez, lo más penoso del tema no es ya la manipulación de las imágenes en sí misma, algo que, por desgracia, no es nada sorprendente y ocurre a diario en esa y otras muchas cadenas de televisión occidentales, así como en radio y prensa escrita. Esta vez han ido mucho más allá de eso: esta vez han rizado el rizo de la manipulación mediática a través de una interpretación de las imágenes que varía por completo desde la primera interpretación que los medios dieron a las imágens en su contexto original, hasta la que actualmente vienen haciendo en el contexto donde esas mismas imágenes han sido falsamente insertadas.

Es poco menos que surrealista que la cadena en cuestión se atreva a emitir unas imágenes de represión policial en Honduras como supuestas imágenes de represión policial en Irán, cuando los golpistas hondureños han sido bendecidos por los medios occidentales y tales imágenes han sido ocultadas sistemáticamente a la población occidental, o tratadas de tal forma que a los manifestantes reprimidos se los hacía pasar por culpables de la situación, y poco menos que merecedores de todo lo que les pudiese ocurrir, mientras que ahora se usan esas mismas imágenes para desarrollar unos juicios justamente contrarios a la hora de valorar mediáticamente la relación entre manifestantes y policías, represores y víctimas.

Aquellas imágenes, esas mismas imágenes que ahora emiten como si fuesen de Irán, cuando eran emitidas en su contexto verdadero, es decir, cuando eran emitidas como parte de las informaciones que se daban sobre los sucesos posteriores al Golpe de Estado en Honduras, eran tratadas de tal modo que en ningún caso se podía hablar de represión policial o de ataque a los derechos humanos por parte de las fuerzas militares golpistas, sino todo lo contario: eran cargas policiales legítimas contra turbas de vándalos enfurecidos que querían perturbar la democracia hondureña y sembrar el caos en el país.

Ahora, en cambio, paradojas de la vida que bien demuestran al grado de manipulación y bajeza moral al que pueden llegar estos medios, esas mismas imágenes, insertadas falsamente en un contexto diferente, son utilizadas para atacar al gobierno de Irán, para denunciar represión a los manifestantes de la oposición y para hablar de atentados contra los Derechos Humanos en Irán.

Es decir, en su contexto de procedencia, el contexto del cual provienen verdaderamente las imágenes, tales sucesos no eran muestra alguna de represión policial o de ataques a los Derechos Humanos en contra de los miembros de la resistencia hondureña opuestos al golpe de Estado, y, en cambio, unos meses después, insertadas falsamente en otro contexto, esas mismas imágenes pasan automáticamente a ser lo que antes no eran, por obra y gracia de la interpretación mediática que hacen de ellas en determinados medios occidentales, que ahora ya sí las ven como una muestra evidente de represión y de quebrantamiento de los Derechos Humanos de los opositores en Irán. Y eso que las imágenes son de Honduras y no de Irán. ¡Qué bárbaro!

En fin, qué más se puede decir. Así se las gastan estos medios, y así es como crean opiniones del mundo a su medida, tal cual quieren en cada momento, y según les interese en cada contexto. Más claro, agua: Una misma imagen, en su contexto real, es vendida como una cosa que no es, y en su contexto inventado es vendida como lo que sí es en realidad. En cambio, resulta que, para los medios que emiten las imágenes, donde existe represión y ataque a los Derechos Humanos es donde tales imágenes no son reales, y donde no existe nada de eso es precisamente de donde provienen tales imágenes en realidad.

Ergo en Honduras esas imágenes eran una cosa, y ahora en Irán son justamente la contraria, según sople el viento mediático, según interese crear una opinión u otra al ciudadano europeo respecto de unos determinados gobiernos u otros. Lo que en Honduras no era represión, en Irán pasa a serlo automáticamente, aunque las imágenes sean únicamente de Honduras y nada tengan que ver con Irán. Los militares hondureños cargando contra manifestantes en Honduras no cometen represión alguna, pero si llevamos esa misma imagen a Irán resulta que esos mismos militares sí están reprimiendo al pueblo. Donde había represión, se dice que no la ha habido, y donde esa imagen nunca ha existido, se dice que sí la hay apoyándose en tal imagen. Es el mundo al revés, una cosa de locos. Y se quedan tan agusto.

Cada día tienen menos vergüenza....

*El video completo de la manipulación se puede ver en la siguiente dirección:

http://www.rue89.com/2009/12/29/france-2-diffuse-une-image-du-honduras-pour-illustrer-liran-131633

Los toros y la libertad


En Cataluña acaban de dar el primer paso para prohibir las corridas de toros en la comunidad. Está aún por confirmar en un próxima votación en el parlamento que la medida salga adelante. Será complicado, al final seguro que los diputados del PSC, algunos folclóricos de CIU, etc. acaban decantando la balanza en favor del Sí a las corridas de toros. Sin embargo, el simple hecho de que se hayan atrevido a aprobar en una primera votación la toma en consideración de una Iniciativa Popular propuesta por una plataforma anti-taurina de Cataluña, ya ha provocado efusivas reacciones entre los más reaccionario y ultranacionalista de la España profunda.

Como no podía ser de otra manera, han acusado a los catalanes de practicar el anti-españolismo, como si el ser y sentirse español y el gusto por la tortura animal fuesen una misma cosa. ¡Qué bárbaro! Tampoco es de extrañar tal ataque, por supuesto, ya se sabe de sobra que todo lo que provenga de la política catalana, y no sean propuestas hechas por partidos minoritarios allí como el PP o Ciudadanos, será automáticamente utilizado por la "Brunete mediática" para atacar a Cataluña y azuzar los instintos políticos más irracionales de las masas aborregadas de la España profunda, los herederos sociológicos de aquella España "Una, grande y libre" que no ha acabado de morir aún, y que tampoco hay intención real en la clase política española de que llegue a hacerlo alguna vez.

Pero lo más curioso de todo es que los opositores a esta iniciativa popular para prohibir la tortura animal, hablan de un ataque a la libertad. A la libertad de los que son seguidores de la "fiesta nacional", se supone. A la libertad de aquellas personas que gozan y disfrutan viendo como un animal es torturado hasta la muerte entre gritos y aplausos de las masas enfervorecidas, de aquellas personas (enfermas) que ven en la sangre del toro un arte guiado por las manos de un torturador del tres al cuarto llamado torero. ¡Menuda libertad!

Podríamos también, si les parece a estos señores, respetar la libertad de aquellos que gustan de alimentarse de carne humana para desayunar, tras haber descuartizado previamente el cuerpo de alguna inocente víctima que tuvo la mala suerte de cruzarse con esa persona en horas de la mañana en una solitaria calle de Barcelona, por ejemplo. O podríamos respetar la libertad de aquellos (también) enfermos mentales que ven en los niños y niñas de nuestra sociedad una apetecible persona con la que poder saciar a gusto sus deseos sexuales más perversos. Total, es una cuestión de gustos personales e instintos animales (ya decía Freud que entre el instinto sexual y el instinto de violencia no había muchas diferencias).

O podíamos, si no tienen inconveniente estos señores, respetar la libertad de aquellos que es ver un torero y les entran unas ganas incontrolables de ponerlo a cuatro patas y clavarle una banderilla por el mismísimo ano, además de darle una buena estocada en la mismísima punta del pene. He de confesar que yo soy uno de ellos.

Si nos ponemos así, hablando de libertades de cada cual y no de derechos, cualquier cosa vale, ¿no?. Ellos tienen sus gustos perversos, y yo puedo tener los míos. Puestos entonces a respetar, en nombre de la libertad, los gustos perversos de cada cual, respetémoslos todos ¿no?. Volvamos al “Estado de Naturaleza” del que nos habla Hobbes en sus escritos. Total, qué mal da, así seremos realmente libres, ¿no?.

Ay la libertad, la libertad, ¿por qué será que siempre que habla un reaccionario la primera palabra que utiliza para justificar sus ideas es la libertad? El mundo capitalista es el "mundo libre", las guerras de conquista y rapiña son "guerras por la libertad", los golpes de Estado fascistas son "Golpes de Estado en nombre de la libertad y la democracia", los símbolos religiosos impuestos en las escuelas se defienden igualmente aludiendo a la "libertad religiosa", y tantas, tantísimas cosas más. Ahora también, cómo no, la tortura animal es defendida en nombre de la libertad.

A nadie se le obliga a ir a la Plaza, dicen. Y a los toros, ¿quién le ha pedido su opinión?, ¿han dado ellos su consentimiento?, ¿lo darían si pudieran pronunciarse al respecto?, ¿lo daría usted para que le hicieran lo mismo que le hacen a los toros si se le preguntara antes?, ¿hubiese aceptado usted ser carne de León para que un grupo de ciudadanos de la antigua Roma se divirtiese viendo como una fiera salvaje lo descuartiza y engulle entre gritos y aplausos de las masas enfervorecidas? Seguro que no, ¿verdad?

Pues entonces ya está: "A nadie se le obliga a ir a los toros, excepto a los toros", claro*.

Ergo, ¿podrán entender estos señores de la España profunda que lo que se defiende con esta iniciativa es la vida del toro, y no el derecho a imponer su criterio frente al de los demás de quienes no tienen como afición acudir a la plaza de toros a ver como torturan animales?

No, no es una cuestión de libertad, no es una cuestión de atentar contra los derechos de quienes tienen la sádica afición de emocionarse con la sangre y la muerte de animales inocentes. Es, simplemente, una cuestión de derechos animales. Una cuestión de humanidad para con los animales. Simplemente eso. Y ahí no hay libertad que valga: tus derechos acaban donde empiezan los de los demás, también los de aquellos animales a los que nadie le ha pedido permiso para torturar en nombre de una fiesta más propia de la Edad Media que de una civilización que se llama a sí misma avanzada.

Tu libertad para ver una corrida de toros, quede claro, termina donde empieza el derecho del toro a no ser torturado. Es decir, entre la vida del toro y tu libertad para ver como lo matan, siempre debe prevalecer lo primero. De eso se trata. De eso es de lo que se va a discutir el próximo año en el Parlamento de Cataluña. Hablar de ataque a libertad en un caso así, es poco menos que hablar en nombre del derecho a la libertad que los nazis tenían para matar a millones de personas en los campos de concentración, solo porque ellos los consideraban seres inferiores y sin derecho a la vida alguno.

Es decir, exactamente lo mismo que tú ahora haces, en nombre de tu libertad, con los toros y su derecho a la vida; con su derecho, como poco, a no ser torturados para saciar las perversiones sádicas de un grupo de tarados que acuden a las plazas a chillar y aplaudir enfervorecidos mientras un pobre animal se desangra hasta morir. Como son seres inferiores, pues ala, vía libre: que tu libertad prevalezca sobre los derechos de esos seres inferiores. Así razonan quienes hablan de ataque a la libertad en este caso.

Ya digo, como los nazis. A los que también, por cierto, amparaban las leyes de su país por aquellos tiempos. Igual, igual, que ocurre ahora con la tortura en masa de miles de toros cada año en las muchas plazas que hay repartidas por todo el territorio del Estado Español. ¡Qué espanto!