domingo, 28 de febrero de 2010

Orlando Zapata y las fosas comunes de la memoria histórica capitalista


Ha muerto un preso cubano tras 85 días en huelga de hambre. No es necesario dar más datos del lamentable suceso, doy por hecho que usted ya conoce suficiente al respecto. La prensa capitalista se ha encargado de darle buena cobertura al hecho.

Pobre hombre. 85 días sin comer hasta dejarse morir, para acabar siendo no más que simple carne de cañón mediática en manos de gente sin moral, que no son capaces de ver más allá de sus espurios intereses políticos y económicos.

Estamos ante lo de siempre. Usarán su figura mientras les dé réditos políticos, y después lo tirarán al basurero de la historia. Con sus semejantes. Con los de su clase.

Al fin y al cabo no dejaba de ser un albañil de poca monta, un enemigo de clase, uno que sólo interesa para que ponga la cara dispuesto a que se la partan, mientras los mafiosos y terroristas que dirigen el pastel desde Miami viven a cuerpo de Rey.

No, Orlando Zapata no será ningún mártir, ni jamás tendrá calificativo de héroe nacional. Su condición social no lo permitiría. Ningún obrero fue nunca héroe en ningún país capitalista, salvo que hubiese servido triunfalmente a los intereses imperialistas, traicionando con éxito absoluto el espíritu combativo de su propio pueblo.

Hay pocos Lech Walesa en la historia capitalista. Aunque, eso sí, muchos Orlando Zapata.

Orlando, al fin y al cabo, es uno más de esos muchos millones de pobres desgraciados que a lo largo de la historia han entregado sus vidas en defensa de los intereses de clase de la burguesía imperialista. No se engañen, ninguno de ellos fue héroe. Como mucho, se levantan estatuas para homenajear al soldado anónimo caído por los intereses de -los amos de- la patria, aquí y allá, en todos sitios.

Orlando es, pues, uno más de esos muchos millones de personas a lo largo de la historia cuya muerte fue en vano. En vano porque, aunque los intereses que los movieron a luchar fuesen finalmente victoriosos, en esencia no eran sus intereses, sino los intereses de una clase dominante y explotadora para cuya casta, tanto él como sus descendientes, no serán nunca más que ciudadanos y ciudadanas de segunda categoría, cabezas de turco, meros sacrificios por una causa de la que únicamente ellos y sus descendientes saldrán siempre beneficiados.

No, no se engañen tampoco. Con la muerte de Orlando, en Miami no han corrido las lágrimas. Tal vez sí de cara a la galería. Sí de cara a la prensa. Lamentaciones y condenas por aquí, llantos por allá, de cara al público. Por detrás, una realidad bien diferente. Botellas de Champagne y caviar de Beluga. La campaña mediática, los réditos políticos que se puedan sacar a la muerte de Orlando, es lo único que les importa. Otro pobre diablo que sacrifica su vida para que los amos del mundo puedan seguir reinando por mucho tiempo.

Mañana en Miami nadie se acordará de Orlando. Seguirán con sus vidas a todo tren, sus limusinas, sus fiestas privadas repletas de lujos. Salvo para cuando haya que citarlo ante la prensa internacional capitalista mientras dure el tirón mediático. Un comunicado por aquí, un homenaje por allá, así hasta que deje de tener interés para el gran público.

Después nada, al basurero de la historia. Al basureo de la historia capitalista junto a los otros muchos millones de Orlandos Zapatas, aquellos que están enterrados en las fosas comunes de la memoria histórica capitalista, las fosas comunes que más personas anónimas han sepultado: las fosas comunes donde van parar los recuerdos de aquellos obreros, de aquellos campesinos, que dieron su vida en defensa de los intereses imperialistas de la alta burguesía mundial.

Una fosa común interminable junto a soldados, veteranos de guerra, policías, mercenarios, activistas sociales y tantos otros.

Ninguno fue héroe, ni lo será nunca. No son más que sacrificios humanos en nombre del único Dios verdadero: el poder, el dinero, la avaricia de la burguesía imperialista.

Pobre Orlando. D.E.P.

Consumo y redención


Nuestros sentimientos de culpa ofrecen muchas brechas que los manipuladores en profundidad aprovecharon en beneficio de emprendedores comerciantes” (1)

En nuestra actual sociedad consumista-capitalista, el acto mismo de consumir lleva implícito en multitud de ocasiones una concepción redentora de la existencia: consumir para expiar las culpas de no ser los seres perfectos que nos señalan como ideales a seguir a través de todos los medios de comunicación de masas, especialmente a través de la publicidad.

Dicho de otro modo, una de las estrategias comerciales predominantes en los últimos tiempos tiene como finalidad principal potenciar sentimientos de culpabilidad de todo tipo en el sujeto, para, una vez hecho esto, ponerle al alcance de la mano toda una variedad de productos que, al ser adquiridos, ayudarán a mitigar tal sentimiento de culpa.

Si, como es sabido, los individuos hacen suyos los intereses del sistema consumista-capitalista, y este sistema funciona amparado en una determinada imagen de individuo socialmente exitoso, en aquellos casos en que el sujeto perciba que, por su dejación o irresponsabilidad, no ha conseguido mantenerse fiel al espíritu de tal individuo idealizado por la publicidad y los medios de comunicación de masas, se sentirá culpable, consciente o inconscientemente, por ello.

Así, de la misma manera que el sujeto de la Edad Media se sentía culpable por transgredir las normas morales recogidas por la Iglesia en sus textos sagrados, y acudía al confesionario para buscar una redención a sus pecados (que le hacían alejarse del modelo ideal de individuo virtuoso de la época: el buen cristiano), en nuestra actual sociedad consumista-capitalista, el sujeto tratará de acudir al sagrado mercado para encontrar una solución que lo redima de sus pecados modernos, que no son otros que aquellos que se derivan del no estar a la altura de las expectativas socialmente impuestas por los valores propios de la sociedad consumista, permitiéndole así continuar lo más fiel posible al modelo ideal de individuo socialmente exitoso, sacralizado y absolutizado a través de la publicidad y los medios de comunicación de masas.

Es decir, la publicidad y los medios de comunicación primero promueven un modelo ideal de vida que los sujetos van interiorizando paulatinamente tal que si fuera el camino seguro hacia el éxito social. Un modelo de individuo supuestamente capaz de satisfacer todas sus pretensiones vitales. Un modelo al que todo ciudadano debe aspirar si quiere ser verdaderamente feliz en esta sociedad consumista. Posteriormente, habida cuenta de las dificultades que entraña el seguimiento de tal modelo ideal de sujeto, una vez la amplia mayoría de ciudadanos y ciudadanas no ven su imagen real reflejada en aquel modelo con el que habían soñado desde la infancia, y los sentimientos de culpa, la inseguridad personal o los complejos de inferioridad afloran por tal motivo, la propia publicidad que antes te hizo soñar con ser algo que en esencia solo unos pocos privilegiados pueden llegar a ser, te pone al alcance de la mano toda una serie de productos milagrosos que –supuestamente- te harán limpiar en cierto grado tu mala consciencia, servirán para que mitigues tus inseguridades o te ayudarán a superar tus complejos.

Si tus dientes no brillan luminosos a causa de una incorrecta higiene bucal durante los años precedentes, si tienes arrugas a los cuarenta años por no haber cuidado pertinentemente de tu piel en tiempos pasados, si nunca tuviste un buen coche por no haber sido lo suficientemente cuidadoso con el ahorro, si te sobran unos kilitos por no haber hecho el suficiente ejercicio tiempo atrás, si estás preocupado por no contribuir eficientemente al control del deterioro medioambiental del planeta, si las personas de tu entorno te ven como un individuo chapado a la antigua por no haber sido capaz de evolucionar con los cambios de los tiempos, en definitiva, si crees que existe algo en ti que no está a la altura de aquello que los demás esperan de ti, y te sientes de alguna manera culpable por no haber sabido tomar antes cartas en el asunto, no te preocupes; el mercado te ofrecerá algún tipo de producto milagroso con el que poder expiar tu culpa y quedar redimido ante ti mismo y, sobre todo, ante los demás.

Tan sólo tienes que detectar qué es lo que –supuestamente- te está haciendo alejarte de tus propios sueños y, a partir de ahí, buscar la solución redentora que mejor pueda adaptarse a tus necesidades actuales (y a tu cuenta corriente, por supuesto).

Nada hay que no esté en el mercado. En el mercado podrás encontrar siempre la solución a todos tus remordimientos: una pasta de dientes blanqueadora, una mascarilla facial rejuvenecedora, alimentación para adelgazar, productos ecológicos que cuiden el medio ambiente, etc. Problema resuelto.

Esto además es especialmente válido para cuando el consumidor compra un producto que en sí mismo, en su uso, ya lleva asociado un comportamiento capaz de desarrollar profundos sentimientos de culpabilidad en el sujeto que lo consume.

Pan integral, leche desnatada, refrescos light, chicles y caramelos sin azúcar, café descafeinado, tabaco sin aditivos, etc., toda una larga lista de productos cuya única finalidad es la redención. Si te gusta el pan, la leche, los refrescos, los chicles, el café, el tabaco, etc., pero en algún momento sientes remordimientos por su consumo, pues, por un motivo u otro, no te hacen bien, no sufras, ahí tienes las alternativas, ahí tienes toda una serie de productos para que puedas consumir plácidamente lo que gustas y limpiar tu consciencia a una misma vez. Da igual que los estudios científicos demuestren una y otra vez que apenas existen diferencias sustanciales entre estos productos y los “originales”. Lo importante es que tus sentimientos de culpa se irán por donde vinieron.

En definitiva, el fomento vía publicidad y medios de comunicación de los sentimientos de culpa ofrece todo un amplio margen para el negocio de los vendedores capitalistas, además de servir para mantenernos sumisos y alienados al funcionamiento del sistema, mediante el desplazamiento de la responsabilidad global que encierra toda problemática social a la actividad subjetiva de uno mismo, descontextualizándola así de la estructura clasista general y de los propios modelos casi inalcanzables que se propugnan como exitosos para los sujetos de la sociedad.

No es que a usted el sistema socio-cultural que le rodea y del cual ha interiorizado, vía proceso de socialización, sus valores predominantes, le haya generado una serie de expectativas sociales que en esencia son difícilmente alcanzables, y por ello a la hora de la verdad usted se ve incapacitado para alcanzar dichas expectativas, es simplemente que usted no ha sido lo suficientemente cuidadoso en su vida como para poder alcanzarlas haciendo lo que era debido.

Pero no se preocupe. El Dios por excelencia del capitalismo, el sagrado Mercado, sabrá perdonarle si así lo desea. Podrás encontrar el perdón si buscas bien entre aquello que el Dios mercado te ofrece como alternativas. El cura te mandaba rezar un padre nuestro como penitencia, y el Mercado te manda a comprar una pasta de dientes blanqueadora, un refresco sin azúcar o un producto ecológico de última generación. Amén.

Así que ya lo sabes. Expía tus culpas por no ser el ciudadano 10 que desde pequeño soñaste:

Consume hasta morir.

Notas:

(1) V. Packard (1964): “Las formas ocultas de la propaganda”. Editorial Sudamericana. Buenos Aires.

domingo, 21 de febrero de 2010

A la Huelga General por iniciativa internacionalista


El Estado Español atraviesa actualmente por una de las peores crisis económicas que se recuerdan en mucho tiempo. Las épocas de bonanza y vacas gordas, que permitieron a los sucesivos gobiernos españoles camuflar de cara a la ciudadanía la eterna situación de crisis en la que viven una inmensa mayoría de trabajadores y trabajadoras de este Estado, han pasado a mejor vida. Tras el festín de la burbuja inmobiliaria, del que Bancos, Ayuntamientos, inmobiliarias, constructoras, y especuladores de todo tipo pudieron sacar una buena tajada, ha llegado el atragantamiento, la pesada digestión, que, como siempre, viene acompañado de un intenso ardor estomacal para las clases trabajadoras y apenas unas pocas molestias intestinales para las clases dirigentes. Como suele suceder además con todo exceso, la borrachera ha dado paso a la resaca, aunque paradójicamente tal resaca duela en la cabeza de quienes apenas bebieron unos sorbos, y no en la de aquellos que se bebieron las botellas enteras. Los 4.300. 000 desempleados y los más de 8.000.000 millones de personas que, según Cáritas, actualmente sufren una situación de pobreza en España, bien lo demuestra.

Sin embargo, los sindicatos mayoritarios parecen no haberse dado aún por aludidos. Obviamente, no son ellos precisamente parte de esos ciudadanos del Estado Español que han tenido que ver como con la crisis actual su precaria situación económica se venía abajo. Los casi 40 millones de Euros que, entre unas cosas y otras, estos sindicatos se llevan de las arcas públicas según lo anunciado en las diversas partidas de los presupuestos generales del Estado, no dejan la menor duda de que la crisis no va con ellos: tienen dinero fresco, y cada vez más. Al menos, el suficiente dinero como para hacerse los “suecos”, los “tontos”, los que “están en la inopia”, o, en dos frases, los que ni saben, ni quieren saber. No va con ellos.

Incluso ahora, una vez el gobierno del PSOE se ha quitado definitivamente la careta, y ha optado sin ambigüedades de ningún tipo por la vía neoliberal como único camino posible, presentando toda una serie de propuestas a nivel de pensiones, reforma laboral y jubilaciones que atentan claramente contra los intereses de los y las trabajadoras del Estado, a una misma vez que son aplaudidas a manos llenas por la patronal y los principales representantes de la alta burguesía española, la reacción de estos sindicatos ha sido prácticamente nula, cuando no directamente de apoyo soterrado a las medidas anunciadas por ZP y su corte. Apenas unas pocas declaraciones anunciando un aumento de las movilizaciones, y nada más. Palabras, palabras, las mimas palabras de siempre, en las mimas situaciones de siempre. La sumisión de estos sindicatos al PSOE es tan bestial, que asusta. Ya ni si quiera se pueden decir que sean cómplices del capitalismo, que también, son algo mucho peor: son un arma política de un partido neoliberal y capitalista.; un Lobby del PSOE. Esperar, por tanto, que sean estos sindicatos quienes impulsen una Huelga General en todo el Estado Español es tan iluso,como esperar que la patronal impulsara movilizaciones sociales en contra de un gobierno del PP con Aznar a la cabeza.

Afortunadamente, la llama del sindicalismo combativo y de clase no se ha extinguido del todo. En los últimos meses, varias Huelgas Generales han sido convocadas por movimientos sindicales en diversos puntos de la geografía estatal. Entre ellas, cabe destacar sobremanera la Huelga General que el movimiento sindical mayoritario en Euskal Herría llevó a cabo el pasado 21 de mayo por todo su territorio nacional. Mañana mismo, 9 de febrero, otro movimiento sindical de corte nacionalista, aunque en este caso mucho más minoritario, el SAT andaluz, llevará a cabo una jornada de Huelga General en toda la Serranía de Cádiz, a la espera de que tal iniciativa pueda ser extendida en un futuro a toda la nación andaluza. Precisamente en Andalucía, en la localidad sevillana de Lebrija, otro sindicato, la CNT, impulsó una jornada de Huelga General en febrero del año pasado. Todas estas luchas bien demuestran que aún quedan sectores del sindicalismo que no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados ante los desafíos del sistema, y las consecuencias nefatas que para con las clases trabajadoras tienen cada día más las crisis económicas derivadas del normal funcionamiento de éste, así como de las medidas anti-obreras impulsadas por los gobiernos neoliberales y sus cómplices en las direcciones de los sindicatos mayoritarios. El sindicalismo combativo aún no ha dicho su última palabra en esta batalla por los derechos de los trabajadores que, le pese a quien le pese, sigue sin estar perdida.

Ahora bien, sería muy recomendable que las medidas de protesta de todos estos sindicatos de clase que aún quedan activos y extendidos por todo el Estado Español pudieran confluir de algún modo en un plan de acción conjunta, un plan que verdaderamente pudiera tener suficiente fuerza como para impulsar medidas de protestas con amplio calado social y mediático más allá de la esfera municipal o comarcal, y que, como meta final, pudiera desembocar en una Huelga General en todo el Estado Español. El éxito de la huelga general en Euskal Herría debe ser, sin duda alguna, un buen referente de lo que es posible llegar a alcanzar si existe una verdadera voluntad de llevar las protestas sindicales hasta sus últimas consecuencias. La idea, en definitiva, es que tanto los movimientos del sindicalismo nacionalista combativo y de clase que actualmente hay activos en las diversas naciones que conforman el Estado Español (Euskal Herría, Cataluña, Galicia, Andalucía, Canarias), junto al resto de movimientos sindicales, sean del tipo que sean, que igualmente tengan claro sus carácter de clase tanto a nivel estatal, como a nivel local-municipal o incluso a nivel sectorial-laboral, impulsen un movimiento conjunto en pro de una Huelga General a convocar y desarrollar lo antes posible.

Tenemos como referente, a nivel electoral, el proyecto Iniciativa Internacionalista, donde diversos partidos y colectivos nacionalistas, se sumaron a partidos y organizaciones anti-capitalistas de ámbito estatal, bajo una misma premisa de lucha: el derecho de autodeterminación y el socialismo, contra la represión judicial y por la democracia participativa y de base. Aquello, lamentablemente, no pudo conseguir el escaño en el Parlamento Europeo que se había propuesto, ante las numerosas zancadillas que le fueron impuestas por el Estado, desde un intento de ilegalización, a un fraude electoral en toda regla que se comió un buen número de votos.

Sin embargo, siempre se dijo que aquel movimiento debía tomar el campo electoral solo como un referente, y nunca como un fin en sí mismo, que las elecciones europeas debían ser sólo un espacio coyuntural a partir del cual iniciar un camino de lucha conjunta, que se extendiese a todo los niveles de la lucha política, al día a día de la calle. Y todos los miembros de aquella unión electoral estuvieron de acuerdo. Qué duda cabe que ahora pudiera ser el mejor momento para demostrar que aquel proyecto tenía un largo recorrido, y que aquellas propuestas de lucha pueden ser puestas en práctica más allá del espacio electoral.

Como todos sabemos, la inmensa mayoría de los partidos y organizaciones que se sumaron a aquella Iniciativa, tienen relaciones directas con el sindicalismo combativo y de clase. De hecho, algunos de los miembros de aquella unión eran sindicatos de este tipo. ¿Por qué no entonces movilizar nuevamente las bases de aquel movimiento, hasta hacerlo extensible al movimiento sindical que las acompaña, y convocar a partir de ahí una jornada de lucha obrera conjunta e internacionalista en todo el territorio del Estado Español?

Igualmente, a los movimientos políticos recogidos en aquella unión electoral, se podrían sumar todo un amplio espectro de sindicatos minoritarios que operan en diversos puntos de la geografía estatal, desde los clásicos e históricos sindicatos anarquistas, a los diversos ejemplos de sindicatos locales o sectoriales que actúan en sus respectivos ámbitos con una clara consciencia de clase, y un talante puramente combativo y reivindicativo.

En resumen: Sumar todo los apoyos posibles en todos los puntos del Estado Español, de todos aquellos sindicatos que estén a favor de la convocatoria de un Huelga General, y lanzar una agresiva campaña de publicitación de la misma, cada cual desde sus diferentes puntos de acción, tanto a nivel de organizaciones y sindicatos, como a nivel de trabajadores afiliado y simpatizantes de cada uno de estos sindicatos en sus puestos de trabajo, sus asambleas de desempleados, sus universidades, o cualquiera de las otras formas de llegar a la ciudadanía que tenga cada quien.

Obviamente, tanto los sindicatos y partidos mayoritarios, como los medios de comunicación en manos de estos mismos sindicatos y partidos, así como de la Burguesía, haría todo lo posible por silenciar, desprestigiar, manipular y calumniar sobre esta convocatoria y sus convocantes. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en el caso electoral de Iniciativa Internacionalista, donde el Estado y sus medios de propaganda supieron jugar bien con la carta de ETA como modo de amedrentar a los potenciales votantes de II-SP en todo el Estado, ahora somos nosotros quienes, en vista a la realidad actual que hay en el Estado español desde un punto de vista económica y laboral, podremos jugar con esta carta de la crisis como argumentos para potenciar el apoyo y la participación de los trabajadores y trabajadoras del Estado Español en esta convocatoria.

Aquí ya no hay ETA que valga, ya no hay miedos que valgan, aquí hay 4.300.000 desempleados, 8.000.000 de personas que viven en situación de pobreza, un intento por retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, un proyecto de reforma laboral a medio plazo que amenaza con estrechar y sojuzgar aun más los derechos laborales de los trabajadores, y tantas cosas más por el estilo.

Eso es lo que hay ahora, y eso es lo que desde Euskal Herría, Cataluña, Galicia, Castilla, Andalucía, Canarias y todos y cada uno de los puntos restantes en el Estado Español debemos aprovechar quienes estamos por la Huelga General para unirnos y llevar nuestras protestas y movilizaciones a las calles, en una jornada de lucha que debiera ser histórica, y ante la cual realmente tanto la Burguesía en el poder, como los partidos mayoritarios y los sindicatos vendidos a unos y otros, empezaran a verle las orejas al lobo, y los trabajadores y trabajadoras un rayo de luz y esperanza ante tanta traición, y tanta canallada a la clase obrera.

Juntos podemos. Esto, además, sí que sería un verdadero desafío al Estado burgués, de mucho mayor calado que aquella medida electoral de II-SP que debería servirnos de base. Insisto, juntos podemos, ahora más que nunca, Juntos podemos ser un volcán. ¡Atrévanse!

El País amordaza


El grupo PRISA acentúa su política de manipulación para con los gobiernos progresistas de América Latina

El diario El País ha relanzado con fuerza su campaña anti-chavista basándose en un rosario de argumentos manipuladores que pueden resumirse en uno: El gobierno Venezolano cierra de nuevo la cadena de televisión RCTV, esa cadena privada que en 2002 participó activamente en el golpe de Estado que llevó al dictador Pedro Carmona al poder por un día, y que ahora ha decidido desafiar nuevamente la legalidad venezolana no cumpliendo con las exigencias legales recogidas para toda emisora televisiva en la ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley Resorte). Sin embargo, días antes de estos hechos en Venezuela, el gobierno peruano había cerrado la cadena de televisión Radio Oriente, así como Radio La Voz, sin que ello fuese hecho noticioso alguno para El País, que no publicó una sola noticia al respecto, a pesar de que incluso la ONG “Reporteros Sin Fronteras”, tan citada cuando de atacar a Venezuela y otros países se trata, emitiese un comunicado en el cual se aseguraba que la medida respondía a una “venganza política”, así como que las emisoras cerradas cumplían con toda la legalidad vigente, en un claro ataque a la libertad de expresión en el país. Recordemos que Radio Oriente fue la única televisora que informó verazmente al mundo de lo que estaba sucediendo en la provincia peruana del Bagua, cuando el gobierno peruano decidió enviar a las fuerzas de seguridad para masacrar a los indígenas que protestaban contra algunas medidas gubernamentales que consideraban lesivas para sus intereses.

Ni el gobierno venezolano, ni los procesos revolucionarios que atacan directamente sus intereses económicos en América Latina son santos de la devoción de una multinacional que, a pesar de controlar el principal diario español y un buen número de intereses mediáticos en el continente sudamericano con la manipulación informativa como bandera principal de sus actividad mediática, se considera un buen representante de lo que debe ser el sano ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Hace ya mucho tiempo que el grupo PRISA confunde deliberadamente el engaño, la manipulación y el sesgo informativo, según sus propios intereses políticos y económicos, con la libertad de expresión. Y no es la primera vez que utiliza sus medios y sus manipulaciones para anular por completo el derecho a una información objetiva de sus lectores en todo el mundo, aunque nunca su inquina haya sido tan persistente como contra el gobierno de Hugo Chávez, un gobierno al que ha atacado de todas las maneras habidas y por haber, incluso dando en 2002 cobertura legal a un Golpe de Estado con un editorial que ha pasado a la historia negra del periodismo internacional. Después de eso ha continuado con su campaña cotidiana, convirtiendo toda información que viene de Venezuela en algo así como un parte diario de guerra, con el ataque al presidente venezolano como único objetivo de su estrategia mediática.

La reciente campaña del diario por el tema RCTV, resumida en su titular “Chávez corta la señal a un canal de televisión por no emitir sus discursos”, hay que encuadrarla en la huida hacia delante de un medio de comunicación cuya empresa base se encuentra en una situación económica lamentable y con la vista puesta en poder nuevamente hacer su negocio en aquellos países que ahora les están vetando, que han sacado los libros de texto de sus editoriales de los colegios del país, que se han negado a darles cualquier tipo de concesión en materia de medios de comunicación, y que no han dudado en denunciar ante el mundo las tropelías y atropellos mediático-mafiosos de esta multinacional española nacida de las entrañas del franquismo, y cuyo principal responsable actual, Juan Luís Cebrián, es un miembro destacado del Club Bilderberg. PRISA ha dejado de ser finalmente una empresa solvente. La verborrea progresista, útil en tiempos de bonanza para cautivar a incautos lectores, deja de serlo en un contexto de crisis económica aguda de la empresa, con una deuda que da miedo, y un panorama a medio plazo realmente desalentador, salvo que pueda ser salvado por la apertura de nuevos mercados en aquellos países de habla castellana que son el principal campo de expansión potencial del grupo empresarial español. Venezuela es uno de ellos.

Sobre esta panorama, El País opera con falsedades, mentiras, manipulaciones, engaños y constantes llamamientos al quebrantamiento de las leyes venezolanas, así como a favor de la impunidad de quienes efectivamente las quebrantan, a una misma vez que silencia hechos como el cierre de radios y televisiones en aquellos países cuyos gobiernos no ponen traba alguna a su actividad mafioso-empresarial en el país en cuestión. De ahí el diferente trato dado al caso de RCTV en comparación con el trato dado al caso de Radio Oriente en Perú. Todo un recetario antidemocrático, un ejemplo manifiesto de lo que no debe ser el periodismo imparcial y objetivo, cuya finalidad debiera ser la información y no la defensa de sus propios intereses políticos y económicos.

A eso es, por ende, a lo que desde el Grupo PRISA llaman libertad de expresión: libertad para atacar las medidas basadas en la legalidad del país de quien no le permite hacer negocios, y silenciar los ataques y las venganzas políticas, incluso las masacres, de quienes ya se lo permiten (gobiernos amigos), o le han prometido permitírselo (oposición de los países con gobiernos enemigos). Libertad para amordazar la libertad de expresión en sí misma. No es otra cosa lo que PRISA defiende.

Del silencio absoluto para Radio Oriente, a los altavoces mediáticos para RCTV


El pasado 15 de enero de 2010, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) de Perú, mediante la resolución viceministerial Nº 025-2010-MTC/03, anuló la licencia de funcionamiento de Radio Oriente, que operaba desde una frecuencia de televisión en VHF en la ciudad de Yurimaguas, región Loreto, al noreste del país. La medida fue considerada como un atropello a la libertad de expresión por parte de los directivos de la emisora. Igualmente, por esta misma orden ministerial, fue anulada la licencia de emisión de la radio “La Voz de Bagua Grande”. El gobierno peruano aplicó la medida aludiendo que la planta no había instalado equipos de transmisión al año siguiente de haber obtenido el permiso para operar. Sin embargo, según informa la prensa local peruana, en abril del 2006, el MTC emitió un certificado de homologación de la antena del medio, confirmando que cumplía con los requisitos de ley y permitiéndoles funcionar. En 2007, cuando el MTC realizó una segunda inspección de verificación, éste dejó constancia que Radio Oriente contaba con cuatro antenas debidamente autorizadas y con "señal de buena calidad".

Las razones para este cierre, pues, han sido otras que nada tienen que ver con lo administrativo, ya que la televisora no estaba actualmente incumpliendo ninguna normativa de la República. Radio Oriente, fue la única cadena peruana que se atrevió a denunciar ante el mundo los trágicos sucesos que se desarrollaron en la provincia de Bagua durante los meses de abril, mayo y junio del año pasado. El 9 de abril de 2009 los pueblos indígenas amazónicos reiniciaron una jornada de lucha por la derogatoria de una serie de decretos legislativos que consideraban lesivos a sus intereses colectivos. La provincia amazónica de Bagua, en el norte del Perú, fue uno de los lugares principales de la protesta. La represión fue llevada a cabo violentamente por las fuerzas policiales peruanas y derivó en un enfrentamiento con 34 muertos, y cerca de doscientos heridos, muchos de ellos de bala. En la madrugada de 5 de junio del 2009 un comando de la policía bajo orden expresa del gobierno emboscó y atacó a un grupo de nativos en la localidad de Bagua, sirviéndose además del uso de helicópteros desde los cuales disparaban a los manifestantes con armas de guerra.

La prensa peruana, así como la prensa internacional, siguió a pies juntillas el libreto marcado por las informaciones dadas desde el gobierno peruano, según las cuales el balance de muertos era de 25 policías, frente a 9 indígenas. Así mismo, acusaron a los indígenas de ser los responsables del desencadenamiento de la tragedia, y defendieron la actuación de las fuerzas de seguridad peruanas, como parte de la normalidad. Radio Oriente fue la única emisora que se atrevió a levantar la voz en contra de esta matriz informativa que circulaba por el mundo, relatando al mundo los verdaderos hechos que estaban acaeciendo en el lugar, y según los cuales, al margen de los heridos de bala y los muertos “oficiales”, más de 250 personas estaban desaparecidas, todos ellos líderes indígenas que presumiblemente estarían muertos. Estas personas desaparecidas no estaban en la lista de heridos ni de detenidos. Igualmente, la cadena ofreció imágenes en directo, y grabaciones de primera mano, de los despiadados ataques policiales en contra de los manifestantes indígenas. Esta cobertura ya generó que la justicia peruana abriese un proceso legal en contra de la televisora. Un proceso legal que ahora se ha traducido, de manera paralela, en el cierre definitivo de la televisora.

Cabe recordar además, que, tal y como informa TeleSur, el cierre de la emisora se produce cuando se denuncia que en zonas de la Amazonia peruana se impide el acceso a los medios de comunicación para informar lo que ocurre en la región. Incluso la ONG, para nada sospechosa de colaborar con la izquierda internacional, Reporteros Sin Fronteras (RSF), ha emitido un comunicado en el cual se asegura que las emisoras cerradas cumplían con la legalidad peruana y que el cierre no es más que “una venganza política por parte de las autoridades”, y que vendría a sumarse a otras acciones legales ya tomadas con anterioridad contra periodistas peruanos posicionados de lado de los indígenas. Obviamente, tal atropello a la libertad de expresión ha desencadenado una gran polémica en el país andino. Desde los principales representantes de la oposición, a las principales organizaciones nacionales de periodistas, pasando por los colectivos indígenas, las críticas al gobierno son mayoría. Sin embargo, tal hecho parece haber pasado absolutamente desapercibido por la prensa española.

Únicamente el diario El Mundo y el ABC se hacen eco de esta polémica en su edición digital del pasado miércoles 20 de enero, en ningún caso abordada desde el seguimiento del cierre en sí mismo, sino desde la recogida de la una noticia lanzada por la agencia EFE acerca del pronunciamiento de “Reporteros Sin Fronteras”, y que no entran en absoluto en el desarrollo del que debía ser el tema principal de la noticia: el cierre de Radio Oriente y Radio La Voz. El resto de la prensa capitalista española si quiera se hizo eco de este comunicado de RSF.

Así, el total de noticias que la prensa capitalista española ha dado en referencia al tema del cierre de estas emisoras de radio y televisión abordado como hecho noticioso en sí mismo, es igual a CERO. Ni una sola noticia ha sido publicada al respecto en la prensa española. Desde que tuve conocimiento del cierre de esta cadena peruana, he venido haciendo un seguimiento diario de la prensa capitalista española, y no he podido encontrar una sola noticia relacionada con el cierre de las emisoras en cuestión. El silencio ha sido absoluto, a pesar de la evidente gravedad de los hechos, en tanto y cuanto no solo suponen un gravísimo ataque a la libertad de expresión, si no que lo hacen en un contexto donde se impide el acceso a la prensa internacional, y, además, con el trasfondo sangriento de una de las peores matanzas políticas cometidas en los últimos años en América Latina, que únicamente las emisoras ahora cerradas fueron capaces de emitir al mundo sin corta pichas.

En principio, quería escribir este artículo a modo de comparativa entre la cobertura mediática que la prensa capitalista española dio al tema del –supuesto- “cierre” de RCTV en Venezuela, y la actual cobertura informativa dada en la actualidad a esta noticia sobre el cierre de emisoras en Perú. La comparación resultaba simplemente vergonzosa, aunque muy significativa desde el punto de vista del análisis de la manipulación informativa, y de la denuncia del cariz ideológico y políticos que tienen esos mismos medios que gustan llamarse “libres”, “democráticos”, “imparciales” e “independientes”. Recordemos simplemente, frente al silencio actual en el caso peruano, aquella enorme campaña mediática que se montó en contra del gobierno venezolano cuando en el año 2007 tomó la decisión de no renovar la licencia de emisión en el espacio radioeléctrico público a la cadena privada venezolana (que, además, había participado activamente en el Golpe de Estado de 2002), una decisión que fue comunicada por el gobierno venezolano varios meses antes de que caducase la mencionada licencia, y que generó un arduo debate tanto dentro como fuera de Venezuela. Editoriales de los principales diarios españoles criticando la decisión del gobierno venezolano y acusando al ejecutivo bolivariano de atentar contra la libertad de expresión, debates televisivos en casi todas las cadenas españolas, entrevistas a trabajadores y periodistas de RCTV, cobertura constante de las diferentes protestas de la oposición venezolana en contra de la medida, en fin, un sinfín de seguimientos mediáticos que acabaron por convertir el tema en todo un culebrón venezolano, en una supuesta lucha de los medios “libres” y “democráticos” a favor de la libertad de expresión, todo ello para que finalmente nos acabásemos enterando (no por esa misma prensa “libre”, obviamente), de que la emisora en cuestión podía seguir emitiendo libremente en Venezuela a través de las redes de Cable, con cobertura en todo el país y sin ningún tipo de traba por parte del gobierno venezolano. Es decir, durante más de dos años, RCTV, supuestamente “cerrada” por el gobierno venezolano, ha podido emitir libremente a través de las redes de cable del país sudamericano. Como digo, la comparación con el actual caso peruano, es simplemente vergonzosa, y el que quiera ver, que vea, que ya se sabe aquello de que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Ahora bien, resulta que a medida que iba dejando pasar los días para constatar en el medio plazo el silencio absoluto con el que los medios capitalistas españoles han abordado el tema de Radio Oriente y Radio La Voz, otra noticia de impacto ha saltado al foco de la actualidad mediática. Ni más ni menos que la retirada de RCTV-I (sic) de las redes de cable en la república bolivariana de Venezuela. Efectivamente, parece que la televisora “cerrada” ha vuelto a ser “cerrada” otra vez. Curiosa paradoja. “Los muertos que vos matasteis, gozaban de buena salud”, que diría el otro. El caso es que, sea como sea, RCTV ha dejado de estar presente en las redes de cable desde el pasado sábado a la noche, RCTV ya es historia en Venezuela. Obviamente, la prensa capitalista española ha dado cumplido seguimiento de la noticia a solo 24 horas de haberse producido:

Chávez cierra la cadena de televisión RCTV (Público)

Venezuela prohíbe de nuevo emitir a Radio Caracas Televisión (El País)

Venezuela deja sin señal al canal privado RCTV (La Razón)

Venezuela retira a Radio Caracas Televisión de la programación por cable (El Mundo)

Venezuela retira a Radio Caracas Televisión de la programación (ABC)

Cancelan la emisión por cable de la cadena venezolana RCTV (La Vanguardia)

Todo esto, como decimos, a solo 24 horas de la salida del aire de RCTV-I (sic). En los próximos días ya vendrán muchas otras como estas, no nos quepa la más mínima duda. La cobertura absoluta se pone en marcha. ¿Igualito que en el caso Peruano, verdad?

Lo más gracioso del asunto es que, a pesar de lo que digan los titulares arriba mencionados, no ha sido ni Chávez, ni Venezuela, quien ha sacado del aire a la cadena RCTV, sino las propias operadoras de cable venezolanas en cumplimiento de la legalidad establecida, una legalidad desafiada descarada y chulescamente por RCTV. El gobierno venezolano únicamente se ha limitado a exigir a las operadoras de cable que saquen de su programación a aquellas emisoras de televisión que hayan incumplido este mismo fin de semana la ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley Resorte), según la cual todas aquellas emisoras declaradas “nacionales” están obligadas a emitir en “cadena” aquellos mensajes que el gobierno de la nación considere oportunos para tales efectos, según determinan las leyes venezolanas desde mucho antes de que Hugo Chávez llegase al poder. Esta práctica, que Europa puede resultar chocante, es muy habitual en ciertos países de América Latina, y, consiste básicamente en que todas las televisiones y radios de un determinado país deben emitir obligadamente un mensaje del gobierno de la nación en directo. Para entendernos, lo mismo que ocurre en España con el mensaje navideño del Rey, pero obligado por la ley del país. Todo ello debido a la naturaleza pública del espacio radioeléctrico, lo cual dota al gobierno de autoridad legal sobre el mismo, y, entre otras cosas, como regulación y control del mismo, le permite hacer un uso de él para la emisión de mensajes oficiales del gobierno de turno. Como decimos, esto no lo ha inventado Chávez, y es algo común en muchos países de América Latina, además de ser una práctica habitual en Venezuela mucho antes de la llegada de Hugo Chávez al gobierno venezolano.

Pues bien, durante la semana pasada, el Gobierno Venezolano advertía que toda aquella televisora considerada legalmente como “nacional” estaba obligada a emitir las “cadenas” gubernamentales en directo, o se enfrentarían a la posibilidad legal de ser sancionadas con el cierre. No era una amenaza, si quiera una advertencia, sino un simple recordatorio de que las emisoras nacionales están obligadas a cumplir la legalidad vigente (como en cualquier otro país del mundo), o deberían hacer frente a las consecuencias legales que tal incumplimiento de la legalidad acarrearían. Este recordatorio iba especialmente dirigido a una serie de emisoras de televisión que venían emitiendo por las redes de cable bajo la auto-catalogación de “internacionales”, pero que el gobierno venezolano había considerado como “nacionales”, ya que, según la ley, sus contenidos eran en más de un 70% contenidos de producción venezolana. Esta revisión de la calificación de las emisoras abarcaba a 24 emisoras venezolanas, entre ellas la mencionada RCTV. El Ministro Cabello (director del Consejo Nacional de Telecomunicaciones) dijo que en el caso concreto de RCTV se determinó que el “94% de su producción es nacional, incluido el personal, programas y avisos publicitarios, y no internacional, por lo que debe aplicarse la Ley Resorte”. Con lo cual esta emisora, como el resto de las emisoras catalogadas como “nacionales”, estaba obligada a emitir las “cadenas gubernamentales”.

Sin embargo, en un claro desafío al gobierno, tanto RCTV como otras tres emisoras venezolanas decidieron este sábado hacer oídos sordos a los llamamientos del gobierno para que las leyes venezolanas fueran cumplidas, y optaron por no emitir la “cadena gubernamental” que ofreció el presidente venezolano con motivo de las celebraciones del 23 de Enero (día del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez en el año 1958). ¿Acaso de tanto apoyo cómplice que han tenido, en el mundo entero, los opositores que quebrantan la ley en Venezuela, se han acabado por creer que realmente están por encima de las leyes venezolanas?, ¿o acaso simplemente lo han hecho de manera premeditada para relanzar la campaña anti-chavista que tantos réditos les dio en 2007 a causa del tema RCTV?. Sea como fuere, el caso es que RCTV ha tenido la osadía de desafiar clara y chulescamente al gobierno venezolano, un claro gesto de menosprecio a la autoridad del gobierno y a las propias leyes que actualmente rigen en el ordenamiento jurídico de la República bolivariana de Venezuela.

Obviamente, ante un desafío de tal magnitud, la respuesta del gobierno no se hizo esperar. El mismo sábado el Ministro Cabello anunciaba que las operadoras de cable que tengan en su parrilla de canales emisoras que hubiesen incumplido la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte), al no emitir la cadena gubernamental, debía ser sacadas del aire por las operadoras del cable venezolanas. "Canales que estén en la grilla de los operadores de cable deben cumplir con la ley", anunció el funcionario. Las cableoperadoras suspendieron entonces temporalmente cuatro canales de producción nacional por no cumplir con la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión vigente, a una vez que emitían el siguiente comunicado justificando su decisión: "Es nuestro deber de velar por el cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. Hemos detectado que determinados servicios de producción nacional audiovisual no han cumplido con las normas impuestas por el ordenamiento jurídico vigente y por tanto los siguientes canales: American Network, America TV, RCTV y TV Chile, deben ser suspendidos temporalmente de la parrilla de programación hasta tanto den cumplimiento a la normativa legal vigente. Exhortamos a los referidos servicios de producción nacional audiovisual a dar cumplimiento inmediato a la ley y a la norma técnica, a fin de restablecer sus servicios en nuestra grilla de programación”.

Ergo, como ellas mismas reconocen, no ha sido Chávez, ni ha sido Venezuela quien ha sacado del aire a estos cuatros canales de televisión, sino las propias operadoras de cable en cumplimiento de los requerimientos gubernamentales para que la ley venezolana sea cumplida y respetada en Venezuela. Algo que es de esperar en cualquier Estado del mundo que se rija por un sistema democrático y de derecho, y que hubiese ocurrido exactamente igual en cualquier otro rincón del Planeta. Pero en Venezuela, lo que es norma en cualquier otro país, se convierte en escándalo por obra y gracia de la prensa internacional. ¿Acaso esperaban que el gobierno venezolano se bajase los pantalones ante el desafío de estas emisoras venezolanas, y no hiciese cumplir su propia ley?, ¿acaso esperaban que se quedase de brazo cruzados ante esta descarada falta de respeto a la autoridad y la ley venezolana llevada a cabo por estas cuatro emisoras venezolanas, y especialmente RCTV?, ¿tan acostumbrado están a bajarse ustedes los pantalones ante las arremetidas del imperio, que piensan que el mismísimo gobierno venezolano iba a hacerlo, sin más?, ¿en qué mundo viven?, ¿llegan a creerse tanto sus propias mentiras que de verdad piensan que los opositores pueden hacer lo que les da la gana en Venezuela y ni la ley ni nada puede pararlos?

No solo silencian cuando son gobiernos “amigos” quienes descaradamente, y esgrimiendo razones legales cogidas con alfileres, atentan contra la libertad de expresión y cierran (estos sí, cierran) televisoras y radios opositoras, sino que además lo hacen con el descaro y la poca vergüenza de lanzar toda una campaña mediática en contra de aquellos gobiernos “enemigos”, cuando son estos quienes (estos sí) en cumplimiento de sus propias leyes vigentes, toman decisiones similares. Lo que en Perú es silenciado, en Venezuela es lanzado con un altavoz inmediato, para colmo tratando de hacer pasar el caso venezolano como un ataque a la libertad de expresión, cuando la realidad es bien distinta: el único ataque que ha habido aquí es el de RCTV en contra de la legalidad venezolana vigente. Y además de una forma chulesca, barriobajera y prepotente.

Pero los medios capitalistas siguen a lo suyo: silenciando lo que no les interesa, y mintiendo, engañando, tergiversando y manipulando acerca de aquellas otras realidades que no son de su agrado, o de las cuales pueden sacar un buen rédito político y/o económico. Las prostitutas mediáticas continúan así con su labor servicial y lacaya al amo que les da de comer y les paga por sus guarradas informativas.

Vigencia de la “teoría de la desconexión” de S. Amin en la praxis del mundo actual: América Latina como paradigma


Conclusiones:

Los países de la periferia capitalista han tenido que soportar durante las últimas décadas la terrible arremetida neoliberal, con los resultado que, para el caso concreto de América Latina, ya vimos en los primeros apartados de este artículo: un aumento de la pobreza, la desigualdad social, la concentración del capital, el hambre, el desempleo, la precariedad laboral, la falta de oportunidades y la vulnerabilidad económica respecto de los países desarrollados.

En consecuencia, las condiciones objetivas para la emergencia de los procesos revolucionarios de corte nacional-popular aventurados por Amin, no habían hecho sino intensificarse durante las últimas tres décadas. Los pueblos de la periferia, si hacemos caso de aquello que Amin plantea en sus postulados teóricos, no se podían quedar de brazos cruzados ante tal arremetida neoliberal, mientras los terribles efectos sociales de sus políticas iban en aumento en el mundo entero. Era sólo cuestión de tiempo esperar que fuesen los propios pueblos quienes tomasen la palabra y se levantaran en lucha abierta contra las trágicas condiciones a las que el capitalismo neoliberal los estaba abocando en virtud de su condición de economías periféricas y dependientes. Para estos pueblos no quedaba entonces más remedio que, antes o después, pasar a la acción.

En unas circunstancias así, con un mundo cada vez más polarizado entre aquellos países desarrollados que lo tienen prácticamente todo, y aquellos países subdesarrollados que no tienen prácticamente nada, emprender el camino del desarrollo auto-centrado y de la desconexión colectiva, a nivel de bloques regionales integrados política, económica, social y culturalmente, se abre ante los países de la periferia como una necesidad prácticamente existencial. El desarrollo del sistema-mundo capitalista ha puesto a los países de la periferia al borde del abismo tras tres décadas de imposiciones neoliberales, políticas éstas diseñadas desde las principales instituciones financieras internacionales para profundizar en el ajuste de las economías subdesarrolladas en el mercado común internacional de corte capitalista. Nuevamente estas políticas para el ajuste, impulsadas también desde el interior de los propios países periféricos en virtud de los intereses económicos de sus respectivas burguesías nacionales, se han demostrado un estrepitoso fracaso a la hora de encauzar a estos países por la senda del desarrollo auto-centrado.

Los pueblos, pues, se han visto nuevamente frente a la dicotomía de tener que seguir apostando por una renovación de la confianza en el papel de sus burguesías nacionales como guiadoras del progreso económico del país, o apostar por dar paso a nuevos modelos de corte nacional-popular mediante los cuales sea el propio pueblo quien tome las riendas del progreso hacia el desarrollo del país. Esta vez, por fortuna para ellos, parece que la opción nacional-popular comienza a tomar ventaja a la opción nacional-burguesa. América Latina es el mejor ejemplo de ello.

América Latina está viviendo un proceso de transformación, un verdadero cambio de época. Tras haber sido el bastión duro del neoliberalismo durante las dos últimas décadas del siglo XX y primeros años del siglo XXI, los proyectos revolucionarios que aspiran a orientar a la región hacia la senda de un verdadero desarrollo auto-centrado de corte nacional-popular, se han multiplicado por todos sus rincones, de Norte a Sur, de Este a Oeste. La aspiración para que sean los propios pueblos latinoamericanos quienes tomen en manos propias el destino político y económico de la región avanza en el continente. Después de largos años de pérdida de autodeterminación, caracterizados por los ínfimos resultados a nivel de desarrollo que proporcionaron a la región la aplicación sistemática y generalizada de los postulados neoliberales, se fortalece el sujeto colectivo, integrador y solidario, que construye su propio futuro.

El ALCA ya fue enterrado en Mar de Plata, Argentina. El Sur que orienta ahora a los pueblos del continente es la vida concreta de las mayorías. Venezuela en su nueva constitución situó oficialmente al ser humano en el centro de la economía. Bolivia, Nicaragua y Ecuador se sumaron rápidamente al proceso de cambio y cada vez más pueblos latinoamericanos juntos construyen lazos solidarios. Cuba se mantiene impertérrita a los desafíos de las décadas. Fruto de todo ellos es el nacimiento de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA). Una organización que ha sabido aglutinar las luchas y resistencias anti-neoliberales de los años 90 con la emergencia de los nuevos proyectos bolivarianos de principios del siglo XXI en torno al denominado socialismo del Siglo XXI.

Colectivos sociales y Gobiernos revolucionarios se dan la mano en el interior de esta organización que lucha por la defensa de la soberanía y por la implantación de una democracia verdaderamente participativa en América Latina. Su estructura de integración territorial, solidaria y comprometida con el desarrollo auto-centrado de los pueblos, supone un verdadero desafío político y económico a la hegemonía capitalista que perdura aún hoy a nivel mayoritario en el mundo. El ALBA ha tomado la desconexión colectiva del sistema-mundo capitalista como su principal prioridad de acción para llevar a los pueblos integrantes por la senda de la justicia social, el reparto equitativo de las riquezas, el respeto de los derechos humanos, la extensión de las garantías sociales y, en una palabra, el desarrollo. Desconexión, democracia y transición hacia el socialismo son, al igual que lo planteado por Amin en sus teorías, sus tres ejes fundamentales de funcionamiento. La integración latinoamericana ha dejado de ser un sueño posible para convertirse ya en un camino transitable y que poco a poco comienza a ser recorrido por los pueblos, naciones y Estados de la región. Será cuestión de tiempo saber hasta dónde puede o no llevar este camino.

El ALBA, en cuanto a su real alcance, aún tendrá que pasar la prueba del tiempo y, con ella, el paso de los gobiernos que lo apoyan actualmen­te, venciendo los obstáculos propios de la lucha por la hegemonía económica internacional; una prueba que a otras iniciativas les ha costado superar. Sin embargo, el camino ya está abierto y parece complicado pensar que tenga visos de quedar definitivamente cerrado en los próximos años. La transición hacia una desconexión colectiva y una superación del capitalismo es hoy algo más que un proyecto en América Latina: es la constatación de una realidad. Pero es mucho más que eso: es también la constatación definitiva de que el capitalismo, fracasadas todas las vías para el ajuste, puede y debe ser superado en los pueblos y países de la periferia.

Si bien es cierto que la actual emergencia en algunos lugares del mundo, y específicamente en América Latina, de procesos revolucionarios de corte “nacional-popular” no garantiza que el capitalismo, como sistema-mundo de carácter hegemónico, vaya a ser superado, y el mundo re-direccionado hacia un verdadero escenario de fuerzas policéntricas, lo que sí parecen confirmarnos estos procesos abiertos en la actualidad es que Samir Amin andaba en lo cierto cuando anunció la emergencia de procesos de este tipo en los países empobrecidos como una consecuencia lógica al propio funcionamiento del sistema capitalista, sus contradicciones y las terribles consecuencias que éstas generan en aquellos países incapaces de ser dueños de su propio futuro, al ser incapaces de tener un verdadero control sobre el desarrollo de sus fuerzas productivas y sobre la gestión de sus propios recursos, orientados ambos casos hacia la dependencia exterior y no hacia un desarrollo interior auto-centrado, como es el caso de los países desarrollados, y como sería lo deseable, según la propuesta teórica de Amin, para alcanzar un verdadero desarrollo.

La propuesta del ALBA reúne todas las características que Samir Amin aventuró para este tipo de iniciativas: búsqueda de un desarrollo auto-centrado, extensión de la democracia, transición hacia el socialismo y respeto a la voluntad y la soberanía de los pueblos. América Latina sufrió por siglos las consecuencias de la explotación capitalista, acentuadas con la llegada de las políticas neoliberales a la región. La emergencia del ALBA y otros procesos de corte revolucionario nacional-popular no es más que la consecuencia de ello. Que haya sido precisamente América Latina donde primero han empezado a emerger estos proyectos colectivos de desconexión, no es ninguna casualidad. América Latina reunía todas las condiciones objetivas para que así fuera. Otras regiones del mundo las reúnen igualmente para secundar estos procesos en un futuro próximo. Habrá que esperar a ver si siguen el ejemplo latinoamericano.

Por su bien, por el de todos, esperemos que así sea. Ya es hora de acabar con un sistema-mundo que condena a la inmensa mayoría de sus pueblos a la pobreza, la miseria, el hambre y el subdesarrollo. Y que no sólo afecta a los pueblos de los países subdesarrollados, también a nosotros. Cuando menos debería afectar a nuestras consciencias. Algún día descubriremos con horror que todos nosotros somos la burguesía, y todo ellos los explotados, los oprimidos, los parias del mundo, los verdaderos proletarios. No basta ya con mirar para otro lado. Si no somos capaces de cambiar el mundo desde el Norte capitalista, habrá que esperar, y apoyar, que sean los pueblos de la periferia quienes realicen finalmente el cambio desde el Sur. América Latina ya ha empezado. Nuestro apoyo es necesario. Su esfuerzo podemos darlo por descontado.

Leer documento completo en:

http://www.kaosenlared.net/noticia/vigencia-teoria-desconexion-s-amin-praxis-mundo-actual-america-latina-

El “antinacionalismo”: discurso por excelencia del nacionalismo español de nuestros días


En un lugar de la península Ibérica, de cuyo nombre no quiero acordarme, había una vez un Estado que no sabía si llamarse nación, potencia o imperio salvador del mundo. Nacido tiempos atrás de la peculiar unión de los reinos de Castilla y Aragón, su bandera rojigualda ondea desafiante en el horizonte de la democracia. Tiene por boca una rosa, por labios una gaviota, y en su discurso de amor, habla de derechos y libertades, estatutos y constitución, aunque la verdad sea dicha, nada de esto nos vale, si, por los motivos que fuere, alguno de sus ciudadanos no se sintiese español.

Bien podría empezar así, con este tono literario, la argumentación política que a continuación expondré. Y es que, seguro estoy, cada vez somos más los habitantes de este Estado que pensamos que la mayor parte de la vida política española no es más que una novela que a cada año que pasa va rellenando nuevos capítulos, pero para cuyo final ya hay quien, desde hace muchos siglos, ha pretendido escribir sus párrafos.

Para estos escritores de la España grande y libre, en el horizonte no hay más camino que la unidad de España, y en el libro de la política del Estado Español no hay más epígrafe que su indisolubilidad. Punto y final.

Durante siglos estos planteamientos fueron defendidos por “las bravas”, a golpe de inquisición o de alzamientos militares de carácter nacional-fascistas. En la actualidad, todos estos planteamientos ultra conservadores siguen estando plenamente vigentes, pero, eso sí, escondidos bajo una fina capa de democracia mediática, que trata de ocultar, lo mejor que puede, la auténtica realidad de su totalitarismo nacional-católico.

No quepa duda, que detrás de esa aparente cara democrática que intentan vendernos, se oculta toda una maquinaria de poder que lucha día a día por no dejar paso a cualquier otra alternativa política distinta a la que los nacionalistas españoles, con las burguesías de unos lados y otros a la cabeza, han diseñado para sus intereses particulares. Intereses, todo ellos, muy alejados de los intereses del pueblo trabajador.

Por mucho que intenten camuflarlo con discursos europeístas, con llamamientos a las libertades individuales, o con mensajes aptos para el neoliberalismo globalizado, el nacionalismo español está más vivo que nunca, tiene tanta o más fuerza que en cualquier otro momento de su historia, y sigue siendo tan excluyente y totalitario como lo ha sido siempre.

El nacionalismo español de hoy es un agente secreto que se mueve como pez en el agua entre sombras y disfraces, y que toma diferentes rostros según el momento, el lugar y la persona a quien decida manifestarse, pero que está siempre con nosotros, hasta en lo más profundo de nuestro yo. Con su discurso imperialista, con sus proclamas patrióticas, está en la política, en la prensa, en la educación, en la radio, en las carreteras, en la televisión y hasta en los espectáculos de masas. Está en todos lados. Continuamente controlando que nada se salga del camino trazado, y constantemente emitiendo sutiles mensajes para mantener adoctrinados a sus fieles allegados.

Pero, si hay algo con lo que el nacionalismo español juega constantemente para reforzar la identidad nacional española, eso es el ataque constante y directo al nacionalismo de otros territorios del Estado. Parafraseando a Javier Pulido, quien ya escribiese un artículo a comienzos de los años 80 hablando del “anti-catalanismo” como expresión de masas del nacionalismo español de la época, hoy podemos decir que el antinacionalismo ”periférico” se ha convertido en la principal expresión ideológica de masas del nacionalismo español actual. Todos, nacionalistas catalanes, vascos, gallegos, canarios, andaluces, castellanos o de donde sean, somos hoy sus principales enemigos. Si además de eso hablamos de movimientos revolucionarios, y/o de izquierda anticapitalista, ya no sólo somos enemigos del Estado, de la patria, de la nación, sino apestados antisistema. ¡Pónganse en guardia!

Sobré decir que desde la óptica nacionalista española no se ve a los nacionalistas como miembros del pueblo español, si quiera como “miembros” a secas, lo cual posibilita que se les pueda presentar perfectamente ante el resto de los ciudadanos como enemigos a los que combatir en pos de la sacro santa unidad de España. Esta frase, extraída de un artículo del ABC escrito por el señor Jaime Campmany, puede servir como ejemplo perfecto para entender esta diferenciación que los nacionalistas españoles hacen entre ciudadanos españoles y ciudadanos nacionalistas no españoles:

"Ibarreche no se considera español y no quiere serlo, y cuando ya no tenga relación alguna con España, como extranjero no me producirá la menor curiosidad".

Digo esto para que luego no se asuste nadie cuando desde estos mismos medios españolistas se hable sobre que son los nacionalismos periféricos quienes establecen diferencias entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, quienes dan más o menos valor a las personas según se sea o no seguidor del nacionalismo, según sean o no naturales de la “patria”.

Curiosamente, aunque los mensajes mediáticos suelen apuntar sus tintas mayoritariamente hacia Cataluña o País Vasco, somos los ciudadanos nacionalistas que habitamos en territorios de escasa implantación histórica del nacionalismo, los que en mayor grado sufrimos en nuestras propias carnes, socialmente hablando, esta caza de brujas que desde el poder mediático español se viene desarrollando contra todo atisbo de ideología soberanista no españolizante o españolizada. En esta línea cabe resaltar, por ejemplo, las ideas políticas del señor Rodríguez Ibarra que ya advirtiera que "están surgiendo cantidad de pequeñísimos partidos nacionalistas que no representan al conjunto de la ciudadanía, sino que tienen como objetivo traficar con sus votos beneficios económicos para sus territorios", y ante lo cual propuso una serie de medidas para, según sus propias palabras, "acabar con el nacionalismo en siete, diez o doce años". ¡Tendrán que fumigarnos a todos!

El nacionalismo es malo, es excluyente, es egoísta, es reaccionario, y está relacionado con el “terrorismo”. Los nacionalistas no son gente de confianza, no representan al pueblo, no son más que una panda de individuos "invertidos" que quieren hacer daño a la convivencia pacífica y democrática de la nación española. Los nacionalistas sólo miran por sus intereses particulares, y olvidan las solidaridad internacionalista, así como el apoyo mutuo entre las diferentes comunidades de España. Todo esto (y mucho más) es lo que nos dicen sin descanso desde los medios de comunicación afines al sistema y al españolismo. No se cansan de propugnar estas ideas en sus telediarios, sus periódicos, sus emisoras de radio y hasta en sus series televisivas. Día sí y día también se ridiculiza el hecho nacionalista para ensalzar la identidad nacional española. Curiosamente, el mismo discurso que hacen suyo desde algunas organizaciones de izquierda revolucionaria, aunque sustituyendo la identidad nacional española, por una supuesta lucha internacionalista que solo ellos tienen derecho a definir, y en la cual no cabría ninguna lucha nacionalista por más fundamentada en la izquierda revolucionaria, o la lucha de clases que estuviera. Que se lo hagan mirar.

Esta línea de actuación del nacionalismo español, del cual participan actualmente, sabiéndolo o no, queriéndolo o no, determinadas organizaciones auto-denominadas revolucionarias e internacionalistas, se refleja a la perfección en los siguientes párrafos de un artículo de Edurne Uriarte, publicado en el ABC el Viernes, 28 de enero 2005:

"Existe un nacionalismo español, sí, aunque algunos prefieran llamarlo patriotismo constitucional, y consiste en el conjunto de sentimientos y creencias alrededor de la centralidad de la nación española para la articulación territorial de nuestro Estado. De hecho, millones de españoles comparten ese nacionalismo español, más allá de las élites políticas e intelectuales que han intentado definirlo. Pero, a partir de ahí, son lamentables las falsificaciones de quienes equiparan este nacionalismo español con los nacionalismos étnicos excluyentes, porque los nacionalistas españoles son los que acordaron en la Transición la construcción de un Estado profundamente descentralizado, en el máximo nivel de descentralización de las democracias del planeta. Son nacionalistas que creen que España es un país plural, de identidades complejas, y son los que defienden el Estado de las autonomías frente a quienes lo quieren destruir. Y estos nacionalistas españoles nada tienen que ver con el nacionalismo español del franquismo, en contra de lo que insinúan y hasta afirman en ocasiones sus detractores. Su concepto de nación española y su concepto de estado están en los antípodas del franquismo, y no sólo desde el punto de la oposición de la democracia a la dictadura.(....) El único nacionalismo excluyente que tiene protagonismo en esta historia es el del Plan Ibarretxe o el del independentismo catalán"

Ahí se puede ver con toda claridad qué es, cómo actúa, y qué debe defender en su mensaje el nacionalismo español de nuestros días. Ellos son demócratas y moderados, amantes de la libertad y propulsores de una patria integradora que no entiende de raza, de sexo, de religión ni de ideología política. Una nación suprema que rige con mano de santo los designios de su pueblo. Nosotros, los nacionalistas periféricos, somos malos y excluyentes, anti democráticos y radicales, negadores de la libertad suprema del individuo y defensores de la creación de un estado soberano en nuestros territorios donde se ensalce lo nuestro sobre todo lo demás y donde seamos los nacidos en ese pueblo los privilegiados políticos, económicos y sociales, dejando al resto de la humanidad un escalón por debajo de nuestro nivel nacional.

Y, por si quedaba alguna duda de lo excluyentes que somos los nacionalistas no españoles, y lo tolerantes que son los nacionalistas españoles, aquí dejo unas cuantas perlas que lo demuestran:

*En el debate del año 2005 del estado de la nación (que lo llaman ellos) en el congreso de los diputados de Madrid, el señor Rajoy, en una de sus feroces intervenciones contra el presidente del Gobierno español, se refería a Euskadi bajo el término de "el metafísico pueblo vasco" (sic).

* "La nación vasca es un mito absoluto. Es una invención completa de la Historia, una reconstrucción que ha logrado cuajar en la mente de unos fanáticos. Se habla del lenguaje del paraíso, de la raza vasca. Pero ¡dónde vamos a parar! (....) La identidad de Asturias, por ejemplo, consiste en ser una parte de España, como la identidad de mi brazo consiste en ser parte de todo mi organismo. El concepto de identidad cultural es un concepto metafísico que hay que utilizar adecuadamente y aquí se utiliza como un arma política. Y el primer paso, es que la lengua no la entiendan los demás para después tener una autonomía política. ¿En qué se diferencian la cultura asturiana de la cántabra o la andaluza de la vasca? En nada. Hay matices distintos, simplemente." (Gustavo Bueno, ABC).

* "Será preciso concluir que el Pueblo Vasco -en esa forma mayúscula- o no existe o lleva una existencia bastante limitada dentro de su sociedad; en suma, que el éthnos no coincide con el démos. Y aunque algún etnólogo local detectara la existencia de tal Pueblo o se hubiera culminado ya la artificiosa labor de su 'construcción nacional', el segundo principio también sería insostenible. Ni ésa ni ninguna otra etnia gozan del derecho a decidir su futuro, si por tal se entiende el derecho a su secesión respecto del Estado en el que se integran, como no aporten más razones que su mera voluntad unilateral" (Aurelio Arteta, El País)

* "Sin embargo, nadie puede dudar de que el nacionalismo y el socialismo catalán han logrado un cierto éxito. No sólo han conseguido que toda la izquierda se haga nacionalista, sino que ha infectado al cuerpo político de los ciudadanos españoles de Cataluña con su patraña independentista. Sin embargo, nada de eso garantiza la existencia de la nación catalana. Esa es su gran cruz. ¡ Y es que Nación de verdad sólo hay una, las otras son juego de nacionalistas y asesinos! (....) ¿Dónde estaba la “nación catalana” el jueves pasado cuando fue llamada a manifestarse en la Plaza de San Jaime? (....) En fin, allí sólo estaban los obscuros “funcionarios” de la pobre idea de “nación catalana”, pero la nación no podía estar allí, sencillamente porque no existe." ( Agapito Maestre, Libertad Digital)

* "Es un término moderno que no responde a una "realidad histórica". Tanto Catalunya como el País Vasco nunca han sido una nación" (Rodríguez Ibarra)

* "Mire usted, para que haya una selección nacional de fútbol primero tiene que haber una nación, y para que exista una nación tiene que haber antes un pueblo. ¿Selección Nacional, de qué? Si aquí no se ha resuelto el principal problema autonómico del deporte, que es que la gente sigue confundiendo la bandera de Andalucía con la bandera del Betis, y tomándola a chufla, ¿a qué viene una selección nacional?" (Antonio Burgos, EL Mundo)

* "Andalucía debe llamarse ni más ni menos que Andalucía. Porque Andalucía no es una nación, ni una región. Es una cultura. Es un sentimiento. O no es nada. Como ahora." (Antonio Burgos, ABC)

* " Si se dice que una Comunidad Autónoma es una Nación, lo que viene a significar es que ésta posee la soberanía y el propio poder constituyente. Por consiguiente, la definición de una Comunidad Autónoma como Nación, lo que significa en definitiva es que no existe la Nación española (....)No se trata de una mera cuestión semántica, sino que existen cientos de monografías, explicando que en un Estado no cabe más que una Nación política, y así se pactó en el artículo 2º de nuestra Constitución, en donde no se reconoce más que la Nación española, aunque se admitan nacionalidades y regiones.Romper esa denominación, no significa ni más ni menos que cambiar la Constitución por algo etéreo y enormemente peligroso" ( Jorge de Esteban, El Mundo)

Toda una muestra de integración, tolerancia, respeto y reconocimiento de la pluralidad cultural, lingüística e identitaria de la “España” de nuestros días, como puede verse. No es de extrañar, por tanto, que desde el vasco al andaluz, pasando por el catalán, el canario o el gallego, toda muestra de nacionalismo soberanista sea rápidamente reprendida, humillada y ridiculizada por los medios de comunicación afines al régimen y al sistema, y, consecuentemente, por las masas españolistas.

¿En qué lado del frente situamos, pues, a esa izquierda revolucionaria e internacionalista que constantemente hace suyos estos mismos argumentos anti-nacionalistas contra vascos, catalanes, gallegos, canarios, castellanos y andaluces nacionalistas y de izquierdas? Esa es, finalmente, la reflexión que pretende derivar este artículo. Porque, díganme, si al artículo expuesto con anterioridad le hacemos unos pequeños cambios, solo en la forma, manteniendo intacto el fondo del mismo, ¿no podría pasar perfectamente por uno de esos discursos firmados por cualquier internacionalista revolucionario que ataca con saña a todo lo que huela a nacionalismo vasco, catalán, gallego, o andaluz?:

"Existe un internacionalismo español, sí, aunque algunos prefieran llamarlo patriotismo revolucionario, y consiste en el conjunto de sentimientos y creencias alrededor de la centralidad de la nación española para la articulación territorial de la lucha de clases en nuestro Estado. De hecho, millones de españoles comparten ese internacionalismo español, más allá de las élites políticas e intelectuales que han intentado definirlo. Pero, a partir de ahí, son lamentables las falsificaciones de quienes equiparan este internacionalismo español con los nacionalismos étnicos excluyentes, porque los internacionalistas españoles son los que apoyaron en la Transición la construcción de un Estado profundamente descentralizado, en el máximo nivel de descentralización posible. Son internacionalistas que creen que España es un país plural, de identidades complejas, y son los que defienden el Estado revolucionario frente a quienes lo quieren destruir. Y estos internacionalistas españoles nada tienen que ver tampoco con el nacionalismo español de los partidos burgueses, en contra de lo que insinúan y hasta afirman en ocasiones sus detractores. Su concepto de nación española y su concepto de estado están en los antípodas del patriotismo burgués, y no sólo desde el punto de la oposición de la democracia a la dictadura.(....) El único nacionalismo excluyente que tiene protagonismo en esta historia es el del Plan Ibarretxe, el del independentismo catalán o el de todos aquellos que se llaman nacionalistas y reclaman derechos colectivos para sus pueblos, supuestamente desde la izquierda"

Que cada cual, saque sus propias conclusiones....