viernes, 26 de junio de 2009
Al rescate de las urnas, al rescate de la democracia
Ruido de sables en Honduras. Y no es Trillo con su voz en alto. Otra vez los militares, con el apoyo de la cúpula episcopal, la burguesía y los medios de comunicación privados, amenazando la estabilidad de un gobierno legítimamente establecido. Otra vez en América Latina. La historia se repite. Siempre son los mismos, siempre van contra los mismos. Siempre con los mismos apoyos, desde dentro y desde fuera. Siempre dispuestos a pasar por encima de la democracia, por encima de la soberanía de los pueblos. Siempre dispuestos a perpetuar la voz del fascismo en lo más alto del curso de la historia.
Ayer fue Chile, Venezuela, Bolivia, y tantos rincones más. Hoy es Honduras. Frente al grito popular, las armas y el golpismo. Frente a las urnas y los votos democráticos, el llamamiento a los ejércitos traidores. Frente a la dignidad del pueblo, la indecencia de la burguesía imperialista y sus perros guardianes. Frente a la grandeza de los que menos tienen que perder, de los pobres, los marginados y los excluidos por el salvajismo neoliberal, la inmundicia de los ejércitos vendidos al mejor postor por una cúpula de altos mandos corruptos y mercenarios. Frente a la valentía de las naciones en lucha por su futuro, el cobarde arrodillamiento de los periodistas lacayos y la Iglesia reaccionaria, prestos y dispuestos a hacer cuantas felaciones sean necesarias en el miembro viril de sus amos oligárquicos.
Siempre el mismo guión para una misma película desmesuradamente presupuestada que se repite, se repite y se repite cada vez con peores actores en el reparto. Las más de las veces producida, dirigida y financiada desde Hollywood. Al otro lado de la pantalla el mismo espectador de siempre en el mundo occidental, un espectador que permanece inerte ante tanta barrabasada anti-democrática, convencido para más inri de ser un demócrata empedernido. Ya ni si quiera es noticia. Ya ni si quiera genera reacciones en eso que llaman Occidente, ¡maldito seas por siempre! Ya ni si quiera es equiparable a la muerte de una estrella del Pop de dudosa moral. Silencio, escandaloso silencio. Silencio por completo entre aquellos ciudadanos en occidente que tanto gustan de presumir de ser defensores y adalides de la libertad, los Derechos Humanos y la democracia. Nadie hace nada, nadie dice nada. Siempre dispuestos a criticar todo cuanto acontezca en Irán, Corea del Norte o Venezuela, ahora callan. Es más, ahora ni saben lo que pasa. ¿Cómo van a hablar si no saben si quiera lo que pasa?
Y cuando saben algo es todavía peor, porque únicamente saben lo que han podido escuchar o leer en los medios de comunicación de masas. Su inquietud intelectual por las cuestiones que afectan al devenir de la democracia en el mundo, no les da para más. Leer la noticia en El País, El Mundo, el ABC, escucharla en la SER o la COPE, y especialmente poder ver algunas imágenes en la Cuatro, TVE o Antena 3, es lo máximo, uno ya se puede dar por informado. O por engañado, pero eso ya no parece ser de nuestra incumbencia como receptores de noticias. Si nos mienten, que nos mientan. Si convierten a las víctimas en verdugos y a los verdugos en víctimas, que lo hagan, no pasa nada. Hay vía libre para el engaño. Nadie se opone a ser engañado. No nos importa ser engañados, tratados como auténticos pardillos.
Total, a quién le interesa lo que pueda ocurrir en un lejano país de apenas unos pocos millones de habitantes, a quién le puede interesar si allí está o no en riesgo la democracia. Si todavía fuese Venezuela, o Irán, o cualquier otro país del mundo con un gobierno anti-imperialista, si todavía estuviésemos hablando de que quienes amenazan la democracia son los presidentes de estos Estados soberanos alienados contra el imperialismo, se podría hacer algo, un mínimo esfuerzo por ampliar la información recibida. Si todavía la noticia fuese el cierre de un medio de comunicación privado o un supuesto pucherazo electoral, habría de qué preocuparse, por qué interesarse, pero siendo así, un pequeño país con un presidente girado hacia la izquierda y que pretende por todos los medios perpetuarse en el poder (El País, dixit), para qué perder el tiempo leyendo, escuchando o viendo paja. La democracia que propugnan los medios españoles como única democracia posible no está en riesgo. A quién le importa si lo que está en riesgo es la verdadera democracia, la que da voz a los pueblos, la que los llama a participar de los procesos políticos, la que los toma como referentes centrales en sus lineamientos políticos e ideológicos. ¡A quién carajo le importa eso!
Todo por una consulta popular, por el llamamiento del gobierno legítimo de Honduras para que su pueblo vote, para que pueda participar y decidir, para que se pueda expresar democráticamente. Todo porque al gobierno le parece oportuno someter la posibilidad de que se instaure una cuarta urna electoral en las futuras elecciones de noviembre, en la cual poder preguntar si se quiere o no llevar a cabo la tarea de comenzar con un proceso constituyente. Todo porque el presidente Manuel Zelaya ha tenido la osadía de convocar a su pueblo para participar en un referéndum no vinculante mediante el cual poder poner en las manos de este mismos pueblo la apertura o no de un camino político y social que pueda concluir con la proclamación de una nueva Constitución política del Estado. Demasiadas reminiscencias con lo ocurrido recientemente en Venezuela, Bolivia o Ecuador como para permitirlo. Honduras no necesita escuchar la voz del pueblo, ya hablan por él quienes controlan los medios de producción y manejan a su antojo al poder judicial, los altos mandos del ejército y los principales medios privados de (des) información. Por eso secuestran las urnas. Las encierran bajo llave y ponen al ejército para resguardarlas: no quieren que puedan ser utilizadas para que se haga oír la voz del pueblo.
Pero la jugada les ha salido rana. El pueblo no se calla. El pueblo no se conforma. El pueblo, con su legítimo presidente a la cabeza, en un gesto histórico de un componente simbólico sin precedentes, ha ido a rescatarlas. Al rescate de las urnas, al rescate de la voluntad popular, al rescate de la democracia. A manos llenas han sacado las urnas ,y el resto del material electoral, de la base aérea donde las tenían secuestradas los opositores, inmovilizadas. A estas horas ya se reparten con clamor popular hacia todos los rincones del país. A la democracia no la para nadie. La consulta no la para nadie. Si quiera la amenaza de los militares en las calles, que a buen seguro aún no han dicho su última palabra. El ruido de sus armas podrá silenciar a la democracia institucionalizada, pero jamás, ni ahora ni nunca, ni en Honduras ni en ningún otro lado del mundo, podrá silenciar a las masas en lucha. Eso lo deben tener muy claro los militares antes de que intenten nada.
En fin, ni un paso atrás compañeros hondureños, ni un paso atrás. Que el silencio del que las masas adormecidas de occidente hacen gala ante las injusticias que se cometen con vuestro pueblo, sirva de base para que el eco del grito de vuestras voces en lucha pueda llegar al mundo entero. ¡Ni un paso atrás!, ¡Venceremos!
martes, 23 de junio de 2009
La demofascia española contra Alfonso Sastre, II-SP y el pensamiento disidente
“Que la realidad no te estropeé una buena ilegalización”
Era de prever que los magníficos resultados electorales cosechados por Iniciativa Internacionalista (pucherazo al margen) en los herrialdes bajo soberanía del Estado Español iban a traer cola. El frente españolista no podía creer lo que estaba viendo. Después de toda la campaña mediática, política y sociológica lanzada durante décadas contra la Izquierda Abertzale, incrementada en los últimos tiempos con un apoyo descarado a Aralar, en un escenario donde ya poco menos que se daba por hecha la desaparición de la influencia política de Batasuna y sus bases en el juego democrático, los resultados no dejaban lugar a dudas: todo era una patraña construida por el Estado y sus cómplices a objeto de ser consumida por mentes predispuestas; la izquierda independentista vasca está más viva que nunca.
Esto es, no sólo el apoyo político a la Izquierda Abertzale no ha decrecido tras semejante campaña de acoso y derribo, si no que se sitúa como tercera fuerza política tanto en la CAV como en Navarra. Los sueños húmedos de Rubalcaba, Rajoy, Rosa Díez, y demás tropa, saltaban por los aires el pasado 7 de junio de un solo puñetazo: el puñetazo de las urnas, el puño que golpea con los votos y no con las bombas. El puñetazo de la democracia.
Para colmo, el apoyo a II-SP no quedaba reducido únicamente a Euskal Herría, sino que desde el resto del Estado Español los votos y apoyos llegaban por decenas, seguramente centenas, de miles. Una candidatura con un proyecto político claramente anticapitalista, en cuyo mismo centro ideológico se sitúa la crítica a la ley de partidos y la defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos, emergía con fuerza ante los mismos ojos de los inquisidores españoles. No podían tolerarlo. El primer intento por ilegalizarla, era evidente que no iba a ser el último. Después de aquel vendrían un segundo, un tercero, y cuántos hiciesen falta hasta conseguirlo. Al menos ellos lo tienen claro: no parar hasta conseguirlo.
Tan evidente era además que los españolistas no se iban a conformar con una II-SP legal y combativa, con una Izquierda Abertzale con fuerzas renovadas gracias a la solidaridad internacionalista, que incluso no resultaba demasiado complicado adivinar cuándo se iniciaría la nueva campaña de criminalización contra la coalición: únicamente había que esperar a que ETA cometiese nuevos atentados y las hordas mesiánicas del nacionalismo español lanzarían sus ataques desde todos los ámbitos posibles, tanto políticos, jurídicos e institucionales, como mediáticos (que tanto monta, monta tanto).
Llegado el momento era de esperar también que no quedaría títere con cabeza. Y el primer golpe, cómo no, había que darlo dónde más se viera. Con una población en estado de shock por el atentado, cuanta más envergadura tuviera el ataque, cuanto más focalizado estuviese sobre alguno de los miembros más representativos de la coalición, mejores réditos políticos podría dar. Concentrar el ataque en un solo enemigo, al más puro estilo de la propaganda nazi, es garantía de éxito en la difusión del mensaje pretendido. Sólo había que esperar. Alfonso Sastre, especialmente, estaba en peligro.
Y a esto que, por desgracia, llegó el momento. ETA vuelve a asesinar y la campaña de acoso y derribo contra II-SP se pone en marcha. Todo perfectamente calculado y bien pensado desde semanas atrás. Incluso diría que les ha llegado la oportunidad de atacar antes de lo que ellos mismos esperaban. En unas pocas horas ya habían sido varios los políticos y periodistas del frente españolista los que habían pedido la ilegalización de II-SP. El terreno del zarpazo final se iba abonando. La vista puesta en el horizonte y a la espera de que alguien de entre los miembros de II-SP, especialmente Sastre, pudiera o pudiese sacar los pies del tiesto. Agazapados, cuál ratas hambrientas de basura, esperaban los primeros espadas del españolismo. A la primera oportunidad había que sacar la caña para pescar de Sastre o de cualquier otro candidato de II-SP una no condena del atentado. Todo lo que habría de venir después ya nos lo sabemos de memoria. El mismo guión de siempre, con la misma mierda de siempre. Intoxicar la consciencia de una población en estado de shock para justificar el quebranto de los derechos políticos y civiles de una parte de la ciudadanía, para legitimar la ilegalización de las ideas disidentes y para criminalizar a quienes no se arrodillan servicialmente a los dictámenes marcados para estos casos desde el frente españolista. Todo en nombre de la lucha antiterrorista, amén.
Entonces aparece Sastre, y un gesto de valentía que le honra, sin necesidad de esperar que fuesen los lacayos periodísticos del españolismo quienes le lanzasen la caña para pescar su no condena del atentado (como ya hiciesen durante toda la campaña con todos y cada uno de los candidatos de II-SP), escribe una magnífico artículo en cual, una tras otra, dice verdades como puños, poniendo a cada uno en su sitio. Principalmente dice una que nadie en su sano juicio podrá negar: que sin negociación política no habrá un final del conflicto vasco, que la violencia, el dolor y el sufrimiento generado por las diversas manifestaciones de éste, incluida ETA, seguirán existiendo mientras no se quiera poner sobre la mesa de negociación el derecho a decidir de los vascos como objeto del debate político y del juego democrático. Podrá gustar más o menos, pero es la pura y dura realidad. Quien lo niegue, o bien lo hace a sabiendas de que está mintiendo, o bien es que vive en los mundos de yupi.
Así que no, esta reflexión no es para nada un alarde de brillantez intelectual del señor Sastre, esto es simple y llanamente sentido común. Nos los enseña la historia de los conflictos políticos en cualquier parte del mundo, y nos lo ratifica día a día la realidad política y social del conflicto vasco, incluso la realidad policial, judicial y militar. Sastre no ha dicho nada que no se sepa ya desde hace décadas, que no sepan ya cada una de las personas realmente interesadas por alcanzar la paz en Euskal Herría. En realidad, lo de Sastre no pasa de ser una opinión común, repetitiva, vulgar, aunque, eso sí, totalmente acertada y completamente veraz. Tenemos pues con este artículo a un hombre brillante, una mente privilegiada, capaz de rebajarse al nivel del común de los mortales con un poco de sentido común. Hasta aquí no parece que en la noticia hubiese nada de interesante. Habrá quien piense incluso que de un hombre como Sastre se deberían esperar reflexiones de mayor alcance.
Ahora bien, esto era todo lo que necesitaban leer los españolistas para iniciar su campaña de cerco político, mediático y judicial en contra de II-SP. Algo tan simple, y a la vez tan complejo, como esto: Que si no hay negociación, vendrán tiempos de dolor, que si no se negocia, habrá más muertos (tanto de un lado como del otro). Lo que para cualquier ciudadano con un poco de sentido común es una simple reflexión intelectual, de no demasiada profundidad, para el frente españolista se convierte ipso facto en una supuesta amenaza. Todos los medios de comunicación del frente, tanto en radio, como en prensa como en televisión, llevaron la noticia a sus ediciones. Todo coincidían en la misma idea: Sastre amenaza con más muertes si no hay negociación con ETA. Lo que Sastre escribe como un condicional, ellos lo convierten en una afirmación directa de la propia ETA. Lo que Sastre escribe como reflexión, ellos lo convierten en una amenaza. La mayoría de la población española, que sigue en su estado de shock, y que además es poco dada a leer nada que tenga más de cinco párrafos y no hable del Real Madrid, la selección española de fútbol o Cristiano Ronaldo, comulga con ruedas de molino. Sastre se convierte oficialmente en un terrorista, un terrorista que además se atreve a amenazar impunemente. De intelectual a terrorista en menos que canta un gallo. Es el poder de los medios del frente españolista, la Brunete mediática. Un poder casi absoluton a la hora de modelar consciencias y crear realidad a su antojo. Que la realidad no te estropeé una buena ilegalización. Tú ponme la historia que yo pongo la ilegalización
A raiz de ahí, las declaraciones políticas se suceden por doquier, los insultos a la persona de Sastre llueven desde todos los rincones del frente españolista, incluso algunos se han atrevido a llevarlo ante los tribunales. Hay que criminalizar a Sastre o, lo que viene ser lo mismo en la estrategia del Estado y sus lacayos, hay que criminalizar a II-SP. Es decir, hay que aprovechar el estado de shock que vive la mayor parte de la población tras el atentado para atacar sin piedad a los disidentes, ya sean obreros, ya sean intelectuales, ya sean lo que sean. No se puede permitir que II-SP siga adelante, ahora es el momento de derrotarla ante la pasividad generalizada de la ciudadanía, ahora se puede hacer lo que el Constitucional no permitió hacer antes, tal y como hubiera sido lo deseable. Es más, hay que fumigar a los disidentes. Cualquier cosa vale para no parar hasta conseguirlo. No hablamos ya si quiera de un delito de opinión, hablamos de un delito de pensamiento. Pensar se convierte en delito si lo pensado nos lleva a conclusiones obvias que no son del gusto del frente españolista. A Sastre se le quiere condenar por un delito de pensamiento, por usar el sentido común y llegar a la conclusión más obvia posible, a la que cualquier persona podría llegar a poco que pensase con cierto detenimiento sobre el tema por unos pocos minutos. Unos pocos minutos, no más. Pero Sastre con la verdad, ni ofende ni teme, que decía el otro. Si Sastre es un terrorista por decir eso, yo también los soy, si Sastre amenaza por decir eso, yo también amenazo. Y como Sastre y yo, cientos de miles de personas, tal vez millones. Porque somos millones quienes así pensamos, muchos de ellos incluso votantes de los partidos españolistas. Somos millones quienes apostamos por una salida negociada al conflicto, y estamos convencidos de que no habrá otra salida que no sea esa. Sin negociación no habrá paz. Sin negociación el dolor y el sufrimiento de ambos bandos se prolongará por generaciones, por muchas generaciones. Si pensar así es un delito, van a faltar cárceles en el mundo para encerrarnos a cumplir con nuestra condena por hacerlo.
Así que en esas estamos. En un Estado que se dice democrático pero donde pensar, y pensar bien, puede ser un delito. Un Estado donde decir lo que uno piensa, y piensa acertadamente, se puede llevar ante los tribunales. Un Estado donde las reflexiones personales pueden ser usadas para ilegalizar proyectos políticos que no sirven a los intereses del mismo. Porque esa es la clave de todo este tinglado: ilegalizar a II-SP, qué no quepa la más mínima duda. Sastre es simplemente la cabeza de turco para llegar a lo que de verdad interesa: ilegalizar a II-SP. Como lo podría haber sido Ángeles Maestro o Doris Benegas, aunque ciertamente Sastre era el preferido del Estado para tal efecto.
Si este mismo artículo Sastre lo hubiese escrito hace unos pocos meses, antes de que se supiese que iba a ser cabeza de lista de la candidatura, no habría tenido la más mínima repercusión. Sería uno más, uno de tantos. Uno más donde se dicen verdades como puños que el Estado ya sabe desde hace mucho tiempo y que se prefieren mantener ocultas para no dar ni una paso atrás en la estrategia represiva contra el disidente, para no tener que ceder a la voluntad soberana de los pueblos. Ahora, en cambio, hay que llevar a Sastre ante los tribunales por escribirlo, pues así se podrá después hacer lo propio con II-SP y, esta vez sí, lograr su ilegalización a cualquier precio. No parar hasta conseguirlo. No se puede permitir que la solidaridad entre los pueblos, el internacionalismo anticapitalista y la lucha contra el fascismo institucional se convierta en un ejemplo. Antes nos fumigan a todos. No lo dudemos.
Como no podemos dudar tampoco que lo de este Estado definitivamente no es una democracia. Lo de este Estado es claramente una Demofascia. Fascismo puro disfrazado de democracia. Lo último en el mercado de la represión política. Como en Colombia o en Perú. Como en México o Turquía. Como en tantos países aliados del imperio por todo el mundo. Aunque es verdad también que España, en esto sí, está a la vanguardia.
¡Viva la muerte!, ¡Muera la inteligencia! ¡Viva la demofascia!
lunes, 22 de junio de 2009
ETA y el shock
Conocido es el brillante libro de Naomi Klein en el que nos habla acerca de la aplicación de la “Doctrina del Shock” en la vida política y económica de los países. Como tesis central, el libro básicamente propone que al hacer entrar en shock a un individuo o sociedad este será más fácilmente manipulable, y que es ese el momento para implementar las políticas y leyes más agresivas, que de otra manera no serían aceptadas por la sociedad. El impulsor de esta teoría fue el economista norteamericano Milton Friedman , quien la habría extrapolado de sus observaciones en la respuesta que los pacientes con ciertas enfermedades mentales tenían cuando les eran aplicadas terapias de electroshocks. Friedman descubrió que los pacientes se volvían completamente dóciles y sumisos mientras los efectos de la terapia se mantenían altos, volviéndose personas con una resistencia mental casi nula, fáciles por tanto de manipular al punto de hacerlos actuar aún en contra de su propia voluntad defendida en un estado de normalidad. Friedman quiso extrapolar esta observación al mundo de la economía y de la política, de tal modo que sugirió a los dirigentes políticos utilizar aquellos periodos donde exista un gran impacto emocional en la sociedad (guerras, atentados, catástrofes naturales, golpes de Estado, etc.) para aplicar medidas políticas y económicas que en cualquier otro periodo habrían sido rechazadas, incluso de manera violenta, por las masas. Como bien expone Klein en su libro, cada país del mundo ha ido sabiendo encontrar sus propios estados de shock para implementar sus leyes más polémicas y conflictivas, especialmente desde el punto de vista de la economía o del recorte de los derechos ciudadanos. En el Estado Español, sin ir más lejos, llevamos décadas sumergidos en una situación de este tipo. Con sólo hacer aparecer la palabra ETA en cualquier entorno cotidiano de nuestra vida social, el estado de shock en el que inmediatamente entrarán la inmensa mayoría de los presentes podrá resultar incluso sorprendente para cualquiera que tenga la capacidad de analizar la situación de manera más o menos objetiva. ETA es el shock por excelencia del Estado Español, aquel en cuyo nombre mayores atrocidades de tipo político se podrán cometer contra los derechos de la ciudadanía sin que la inmensa mayoría de ésta haga nada por evitarlo.
Desde la ilegalización de partidos políticos, a la detención de inocentes, pasando por el cierre de medios de comunicación o la criminalización de ciudadanos inocentes, amén del desprestigio para cualquier tipo de proyecto político que pueda coincidir en los más mínimo con alguno de los planteamientos de la banda armada vasca, todo es posible cuando la palabra ETA se pone de por medio. La inmensa mayoría de la gente entrará entonces en un estado de completo shock y cualquier cosa que venga después como supuesta medida para solucionar el problema etarra será bien recibida. Sólo en los últimos meses tenemos varios ejemplos evidentes: El intento de ilegalización de Iniciativa Internacionalista, la orden del gobierno navarro para llevar a cabo el cese de las emisiones de las dos únicas radios que emiten en Euskera en Navarra o la detención de la compañera Juana Orta en Andalucía con la consecuente campaña de desprestigio y criminalización que se ha lanzado sobre ella a raíz de esto. Aunque cualquiera de ellas son situaciones aberrantes vistas desde una óptica democrática, la sombra de ETA que desde los poderes españoles y los medios de comunicación afines han hecho verter sobre ellas, las convierten en situaciones normales y completamente aceptables de cara al global de la ciudadanía española, que no mueve un dedo para criticarlas o para pedir que se restablezcan los derechos quebrantados, es más, que ni se inmuta cuando tienen un primer conocimiento de la noticia, y si han de tener algún tipo de reacción emocional, serán para alegrarse y aplaudirlas, nunca para cuestionarlas.
Pero hay muchos más ejemplos. La aprobación de la ley antiterrorista y el pasotismo generalizado con que fueron acogidos los primeros atentados de los GAL, que aún hoy siguen siendo defendidos por una gran mayoría de la sociedad española, como cualquiera puede comprobar en sus charlas cotidianas a pie de calle. La aprobación de la ley de partidos y la aplicación sistemática que se ha ido haciendo de ella en círculos cada vez más extensos. Los procesos judiciales como el 18/98 que juzgaron y condenaron a inocentes ante la indiferencia absoluta de la sociedad española, y que ahora a la justicia española no le ha quedado más remedio que rectificar en parte, ante la evidencia de la inocencia de algunos de los condenados. La estrategia llevada a cabo por el PP (y en buena parte por el PSOE) de vincular el Plan Ibarretxe o el Estatuto de Cataluña con ETA, y la consecuente respuesta masiva que en contra de estos textos jurídicos se desató en la inmensa mayoría de la ciudadanía española. La indiferencia generalizada ante las torturas a los detenidos en nombre de la supuesta lucha antiterrorista. La justificación masiva de la política de dispersión de presos, aplicada únicamente para el caso de los presos políticos vascos. Y tantos otros ejemplos que podíamos dar. Cuando ETA está de por medio todo vale, nada es condenable para aquellos que tanto piden a los demás condenar cada asesinato de ETA. Es escuchar la palabra ETA la ciudadanía española, y todo lo que el Estado presente como unido a ella será automáticamente criminalizado y estigmatizado, además de que todas las medidas que se presenten como destinadas a luchar contra ella serán automáticamente aceptadas sin mayores consideraciones. Si sirven para acabar con ETA bienvenidas sean, se aceptan sumisamente, aunque en realidad sean medidas aplicadas en contra de los derechos políticos y civiles de esa misma ciudadanía y para nada en contra de la banda armada.
Pero si esto ocurre con sólo incluir la palabra ETA como justificación de un determinado discurso político, qué no ocurre cuando es la propia ETA la que alimenta a la bestia represiva del Estado a través de sus acciones criminales. El shock generalizado alcanza en esos momentos su cénit. La indignación masiva se apodera de la ciudadanía y los sentimientos más irracionales de odio y venganza invaden sus mentes. Todos los años de cultivo sistemático de la manipulación mental en torno la palabra ETA emerge en su plena magnitud, a cada ocasión con más fuerza. Estadísticamente está demostrado de sobra que uno tiene infinitamente más posibilidades de morir, o tener cualquier otra grave consecuencia para su vida, víctima de un accidente laboral a causa de la dejación empresarial o víctima de un accidente de tráfico a causa de la conducta imprudente de un conductor, que de un atentado de ETA, pero eso no impide que cualquiera de estos asuntos no generen ni la centésima parte de impacto emocional que generan los atentados de ETA. Si tenemos un conocido o amigo que es el dueño de una empresa que incumple las condiciones de seguridad laboral, jamás lo tratamos con un asesino en potencia, y mucho menos cuando vemos por televisión que se ha producido una muerte a causa de conductas de este tipo por algún otro empresario, se lo echamos en cara y lo marginamos o lo presionamos para que se arrepienta de lo que ha hecho y condene el suceso. Tampoco si vamos junto a alguien que se toma unas cervezas antes de conducir o que gusta de pisarle al acelerador lo tratamos como un asesino en potencia, ni cuando nos enteramos a través de algún medio que se ha producido una víctima a consecuencia de un accidente causado por un conductor borracho o que circulaba a mayor velocidad de la permitida, nos volvemos contra nuestro amigo y le obligamos a condenar el suceso y arrepentirse de su conducta temeraria, so pena de tratarlo en adelante como un asesino. Sin embargo, cada vez que ETA asesina todos se vuelven automáticamente en contra de quienes se niegan a condenar a ETA aunque nunca hayan empuñado un arma en su vida, y los acusan de ser cómplices del asesinato, cuando no directamente se los tacha de asesinos. Se abre la veda de la represión, y cualquier cosa que se haga en contra de ellos será aplaudido y justificado.
Por eso nadie, de entre los más activos voceros políticos del Estado, pide nunca que la ley trate a los empresarios que incumplen las normativas de seguridad laboral, o a los conductores borrachos o que rebasan los límites de velocidad establecidos, como asesinos en potencia, nadie los equipara al nivel de quienes, habiendo desarrollado ese tipo de conductas, han causado y causan cientos de muertos cada año. En cambio, cada vez que ETA asesina, y la población española entra en shock, las reacciones para que el Estado trate como asesinos a quienes, sin ser de ETA, se niegan a condenar de manera acrítica e irracional su violencia, se suceden por doquier. La doctrina del “todo es ETA” que tan anti-democráticamente maneja el Estado Español como eje central de su lucha anti-terrorista se auto-legitima y se consolida sin ningún tipo de oposición a pesar de las aberraciones jurídicas y el evidente quebranto de los derechos políticos y civiles que la acompañan como norma. Todo dentro de un sistema que se retroalimenta, y que únicamente se da en el caso de los atentados mortales de ETA. Rasgos propios de la doctrina del shock aplicada de manera consciente y sistemática para legitimar aquellas medidas políticas que de otro modo no deberían ser aceptadas por una ciudadanía con verdadera consciencia democrática.
El viernes, sin ir más lejos, aprovechando el trágico clima generado por el último atentado mortal de ETA, rápidamente los buitres del shock salieron a saborear las carnes del muerto y a tratar de sacarle el correspondiente rédito político. Políticos de UPyD, PP, o periodistas como Pedro J. Ramírez y muchos más, no tardaron ni unas pocas horas en salir a pedir la ilegalización de Iniciativa Internacionalista, atacando sin piedad la decisión del constitucional y dando la razón a las sesgadas e inaceptables argumentaciones jurídicas del Supremo. Era el momento oportuno. Las masas españolas acogerían el mensaje con toda naturalidad y le brindarían el mayor de los apoyos, lo sabían perfectamente. Si ya en su momento el intento de ilegalización no encontró apenas oposición entre las masas españolistas, ahora mucho menos, el camino para llevarla a cabo queda plenamente libre y a buen seguro será removido en las próximas fechas por el ministerio del interior y la judicatura del Estado. Nadie dirá nada, el estado de shock es lo que tiene. Cualquier cosa es válida si se presenta como efectiva de cara a la lucha contra ETA. Aunque las condiciones objetivas sean las mismas ahora que antes.
De paso todos aquellos que hayamos apoyado a esta candidatura estamos situados en el ojo del huracán, sospechosos de ser cómplices y hasta responsables de este nuevo asesinato de ETA. Quien quiera podrá atacarnos y vilipendiarnos sin piedad, nadie saldrá en nuestra defensa, salvo nosotros mismos, claro está. ¿Pero qué somos nosotros, unos pocos cientos de miles, en comparación con millones y millones de ciudadanos en estado de shock dispuestos a aceptar que se apliquen las medidas más severas posibles contra todo aquel que gire a 1000 km a la redonda de la órbita de ETA que desde los poderes del Estado marcan?
Digo todo esto porque el mismo viernes, después del atentado mortal de ETA, los mensajes de ataque a mi persona me llovieron en el móvil y en el email de gente a la que consideraba amigos, de otros conocidos e incluso de desconocidos, únicamente por haber apoyado, y apoyar, la candidatura de Iniciativa Internacionalista, y por negarme a condenar a ETA de manera acrítica, irreflexiva, irracional y sin entrar en mayores consideraciones del contexto político y social en el que se deben enmarcar todos aquellos hechos derivados del conflicto vasco. Lo gracioso es que muchos de esos que me pedían una condena del atentado, o me atacaban por "defender a los terroristas", tienen por hábito conducir borrachos o a mayor velocidad de la permitida, o han trabajado en empresas donde no se cumplían las más mínimas condiciones de seguridad laboral sin haber denunciado por ello al empresario responsable. Así que simplemente les diré que yo no he matado ni mataré a nadie, y que ni quiera estoy a favor de la lucha armada de ETA, todo lo contrario. Pero antes de que me traten como un asesino, pues que vayan sabiendo que estadísticamente tienen ellos muchas más probabilidades de serlo que yo. Cada vez que se han subido a su coche con una cerveza de más o hayan sobrepasado el límite de velocidad establecido por ley en las carreteras, habrán puesto en peligro la vida de sus conciudadanos, cosa que yo nunca he hecho ni haré por escribir a favor de Iniciativa Internacionalista, por criticar la ley de partidos o por salir en defensa de aquellos que se niegan a condenar a ETA de manera simplista y acrítica. Mis palabras no matan, sus cervezas al volante, sus excesos de velocidad en la carretera, su falta de atención al cumplimiento de las normativas de seguridad en materia laboral, sí. Conviene que no lo olviden, por lo que pueda pasar en el futuro.
Últimas Noticias: David Copperfield al Parlamento Europeo
Según datos confirmados por el Ministerio de Interior del reino de Banaña, el afamado ilusionista David Copperfield será el último diputado que representará al Estado Banañol en el Parlamento Europeo.La sorpresa saltó cuando, bien entrada ya la noche del 8 de Junio, el conocido mago se presentó en la sede del Ministerio asegurando tener en su poder centenares de miles de votos que le acreditarían como uno más de los nuevos representante oficiales del Estado ante el Parlamento Europeo, generando con ello un desconcierto pocas veces visto en todas las personas allí presentes, con el ministro del Interior, señor Rugalcava, a la cabeza.
En un primer momento, tal y como han confirmado a este medio algunas de las personas que presenciaron los hechos, las afirmaciones del mago norteamericano causaron un ataque generalizado de risa entre los presentes, incrédulos ante las desconcertantes palabras pronunciadas con toda seriedad por el señor Copperfield. La sorpresa vino cuando, lejos de retractarse en sus palabras, David Copperfiled comenzó a sacar de su chistera, una tras otra, miles de papeletas electorales que aún mantenían fresco el inconfundible olor a urna plenamente característico de aquellos votos que efectivamente han sido obtenidos a través de un cauce legal y democrático, todas ellas además selladas con sus correspondientes sobres. Los rostros desencajados de los miembros del Ministerio, según nos apuntan nuestras fuentes en el lugar, no dejaban lugar a duda sobre la validez de las papeletas presentadas ante ellos por el mago de Nueva Jersey.
La sorpresa fue aún mayor cuando, tras procederse a la pertinente apertura de los sobres para comprobar su contenido, los allí ubicados pudieron contemplar que la inmensa mayoría de las papeletas presentadas por el ilusionista tenían en común ser parte de los votos emitidos por la ciudadanía en apoyo a la candidatura Iniciativa Internacionalista, aunque se pudieron ver también algunos otros votos correspondientes a otros partidos tales como el PA, el PP, EA, y en mayor medida el PSOE. En cualquier caso, según nos aseguran los miembros del Ministerio consultados por nuestro consejo de redacción, la aparición de votos de estos otros partidos puede ser entendida como simple anécdota en comparación con la desorbitada cantidad de votos correspondientes a la candidatura abertzale-proetarra-proterrorista que el mago no dejaba de poner sobre la mesa.
Preguntado al respecto, David Copperfield ha asegurado a este diario que todo se debe a su habilidad para hacer desaparecer cualquier tipo de objeto ante la vista de los presentes, aun cuando se encontrara a miles de kilómetros de distancia del lugar donde se sucedan los hechos. “Con todo esto simplemente quería poner de manifiesto, una vez más, que soy el mejor mago del mundo, haciendo desaparecer miles de votos de una candidatura legalmente constituida, en este caso Iniciativa Internacionalista, ante la mirada atónita de los presentes en el conteo de los mismos, que, una vez habían contado y validado de manera oficial el voto, o mientras se disponían a hacerlo, debían contemplar asombrados como los mismos desparecían de sus manos o de las mesas electorales sin dejar ningún tipo de rastro." "Para no sembrar la sospecha de que era un ataque claramente predeterminado, decidí también hacer desaparecer algunos votos de otras candidaturas, pero pocos”. Cuestionado al respecto del por qué había decidido escoger la candidatura de Iniciativa Internacionalista para llevar a cabo su acción, la respuesta fue un tanto sorpresiva “si lo hice fue porque al llevar a cabo la planificación de la acción esto fue lo que me recomendaron algunos amigos que tengo en el CNI banañol, que ya estaban al tanto de que esto sucedería, aunque han sabido guardar un oportuno silencio”. Además, según sus propias palabras, con este acontecimiento estaríamos ante la superación con éxito del mayor reto que el norteamericano se había marcado hasta ahora en su muy dilatada carrera como ilusionista internacionalmente reconocido. “Incluso cuando hice desaparecer la Estatua de la libertad tuve menos trabajo que en la noche del pasado domingo en Banaña”, nos reconoció orgulloso durante nuestra entrevista.
En realidad, entre hacer desaparecer la Estatua de la libertad y hacer desaparecer directamente la libertad, tal y como es el caso ante el que nos encontramos, la carrera del mago ha dado un salto cualitativo que está siendo alabado ya por sus principales colegas en todo el mundo. A consulta de este diario, el ilusionista banañol Anthony Blake nos ha asegurado estar absolutamente asombrado por la hazaña de su colega “Jamás hubiera pensado que se pudiera llegar a tanto en esto del ilusionismo. Es evidente que esto sólo puede suceder en Banaña, país pionero en esto de hacer desaparecer los votos por arte de magia. David sabía bien el Estado que elegía para llevar a cabo su acción que tan buenos resultados le ha dado. Sólo me queda felicitarlo y darle mi enhorabuena.”.
Por su parte, el Ministro del Interior, señor Alfredo Pérez Rugalcava, ha tenido que salir al paso de las afirmaciones de fraude electoral que ya se expandían como la pólvora por algunos medios de información radicales, ante los extraños resultados electorales que se estaban dando de manera oficial por la web del ministerio para multitud de localidades en todo el Estado. Ante las constantes preguntas de los periodistas sobre este asunto, Rugalcava ha afirmado en rueda de prensa que “Como ahora se puede comprobar, todo se debía a un robo secreto de los votos, algo completamente ajeno a las competencias del Ministerio”. Según las palabras del ministro “Durante las dos horas que tuvimos entre el comienzo del recuento de votos y el momento de hacer públicos los primeros resultados oficiales, comenzamos a observar como desde miles de colegios electorales se nos hacía saber que, una vez los votos iban a ser contabilizados, las papeletas desaparecían de las mesas, e incluso de las propias manos de los presentes, justo antes de poder ser contabilizados o, en el mejor de los casos, una vez estos habían sido ya apuntados en las actas, haciendo esto imposible que se pudieran cuadrar las cuentas finales con el número total de votantes que habían tenido a bien ejercer su derecho al voto en esa mesa electoral”. “Ante tal situación, y con la única intención de no asustar a la ciudadanía con algo que ni si quiera nosotros mismos, altos cargos del Ministerio, podíamos comprender, decidimos hacer una reorganización de los votos perdidos, enviando muchos de ellos hacia partidos pequeños que sabíamos ya de antemano que no iban a obtener ninguna representación, así como el resto hacia las cifras del voto nulo y el voto en blanco, algo mucho menos problemático que tener que adjudicarlos a los grandes partidos que se estaban disputando entre sí los parlamentarios a escoger, evitando en todo momento que se pudiese dar un resultado fraudulento en los comicios.".
Posteriormente, ya en entrevista privada, ante las preguntas del representante de este diario sobre la validez legal de esta práctica y las posibles consecuencias que ello hubiera podido tener en el resultado final de las elecciones, la respuesta del ministro fue la siguiente: "Al no conocer si quiera a que candidaturas pertenecían los votos que se estaban perdiendo, nadie nos podrá acusar de actuar de mala fe. Sin duda alguna, la vía del voto blanco y el voto nulo fue la mejor opción, así ningún partido podría quejarse de que se le estuviera robando votos a ellos para apuntárselo a otros partidos con los que competían directamente por los europarlamentarios a elegir. Total, unos pocos votos de más a pequeños partidos no hacen daño a nadie, pero si la inmensa mayoría de los miles de votos que se nos iban apuntando como perdidos hubiesen ido a parar a las filas de estos u otros partidos mayoritarios, y con ello se hubiese condicionado el resultado electoral, entonces sí que se podría haber formado el escándalo que queríamos evitar a toda costa por el bien de la imagen de Banaña ante el exterior. Nuestra decisión fue la correcta”. Preguntado igualmente ante el por qué, a pesar de que las papeletas presentadas por el mago correspondían cada una de ellas con alguna de las candidaturas presentadas, se había decidido finalmente dar el puesto de Eurodiputado a la persona de David Copperfiled, la explicación del Ministro ha sido clara y contundente: “Hemos decido darle el último Europarlamentario al señor Copperfield en reconocimiento a su estupenda labor como continuador de una tradición banañola que viene ya de algunos siglos atrás y que no podemos permitir que caiga en desuso. Sólo por su habilidad demostrada como ladrón de votos, ya se lo merece, es más, estamos pensando incluso en darle la nacionalidad y un título nobiliario para que se pueda sentir plenamente integrado con las raíces bañañolas de la tradición. Además, viendo que la inmensa mayoría de las papeletas presentadas por David se corresponden con votos emitido a favor de la candidatura de II-SP, ¿no querrá usted que le demos el representante a los etarras, no?”.
Otro de los representantes del gobierno de Banaña que ha querido pronunciarse sobre el tema, en este caso a modo de justificación personal, ha sido la ministra Mª Teresa Fernández De la Vogue “Ahora se entenderá mejor el por qué de mis nervios a la hora de dar a conocer los primeros resultados oficiales, que incluso me llevaron a olvidarme de dar el resultado de la última coalición que había obtenido representación en los comicios”. “Era tal el desconcierto ante las noticias sobre la pérdida de votos que nos estaban llegando, entre ellas las de mi propio colegio electoral, que había entrado en un estado de shock. Gracias a Dios ahora todo el mundo puede saber cuál era la verdadera causa de este estadon de nervios y nadie pensará que eran fruto de mi incompetencia y/o inexperiencia en estas labores”. Por su parte, el presidente del Gobierno, señor Rodriguez Zapatoso, ha preferido no hacer una valoración de los hechos y remitirse a las palabras del ministro del Interior al respecto “Ahora estoy viendo la repetición de la final de Roma, no me molesten. Pregunten a Rugalcava, que él ya sabe lo que tiene que declarar”, fue la respuesta del presidente ante las consultas de este diario.
En el otro lado del tablero, los representantes de II-SP han confirmado que impugnarán la decisión de Rugalcava ante la Junta Electoral Central, aunque reconocen no tener ninguna confianza en poder recuperar la totalidad de los votos que les corresponden “Si acaso recuperaremos unos pocos de miles, aquellos que han podido ser constatados por nuestros apoderados e interventores antes de que desapareciesen de las mesas electorales pertinentes, un número de votos que nunca será suficiente como para alcanzar las cifras que ya oficialmente han sido apuntadas por el ministerio del Interior al señor Copperfield”. En este sentido, algunas de nuestras fuentes de confianza en el Ministerio nos han asegurado ya que la mayoría de papeletas electorales fueron destruidas una vez el ministerio del Interior anunció de manera oficial la presencia del señor Copperfiled como nuevo parlamentario europeo, en un último intento para no tener que retocar las cifras de votos en blanco señaladas como oficiales a través de su página web. “Tener ahora que hacer un nuevo trasvase de votos en blanco hacia los votos de alguna candidatura, sería un caos, por lo que la decisión del Ministerio fue tirar a la basura tantas papeletas como votos en blanco habíamos tenido que añadir durante la noche del Domingo para cuadrar las cuentas de los votos perdidos”, nos ha señalado al respecto esta fuente del Ministerio que prefiere guardar su anonimato por temor a posibles represalias contra su persona.
El resto de fuerzas políticas ha preferido no hacer declaraciones hasta que los datos del ministerio, en cuanto a la votación real que pueda ser constatada de manera definitiva, no sean oficiales. El único representante que ha tenido a bien responder a las preguntas de este medio ha sido el presidente del Partido Popular señor Mariano Rajuasjuas, “Damos la bienvenida a David Copperfield como nuevo compañero de viaje por esos caminos de Dios que han de representar a Banaña en el parlamento europeo. Igualmente felicitamos al ministro Rugalcava por su sabia decisión, o de lo contrario habríamos roto ipso-facto nuestro pacto en la CAV. De hecho, esta decisión no puede ser otra cosa que una consecuencia directa de tal pacto, que tan buenos resultados nos está dando ya en aquella tierra llena de rojos y separatistas”. En la misma línea se ha pronunciado el cabeza de lista por este partido a las elecciones celebradas el pasado Domingo, el señor Coneja Mayor “Este tipo de cosas son las que hacen grande a Banaña. Afortunadamente se vuelve a demostrar que en este Estado seguimos viviendo en un periodo de extraordinaria placidez. Procuraré preguntar a David Copperfield por el truco empleado una vez me lo cruce por los pasillos del Parlamento, estoy seguro que no tendrá problema alguno en confesarme la verdad”. Únicamente queda la duda de saber si tal conocimiento no ha sido ya puesto en manos del señor Coneja por aquellos miembros del CNI que ya de antemano conocían los planes del mago. Pero eso ya se sabrá en su momento. Esperemos.
viernes, 5 de junio de 2009
Groenlandia, ¡qué frío!
Groenlandia, ¡qué frío! Esa isla gigante que conocemos por los mapas del bachillerato y que con sólo nombrarla nos produce a todos un escalofrío. Nieve, hielo, osos polares, ¡qué frío! Dicen que viven unos cuantos esquimales que comen todos pescado crudo, ¡qué frío! Dicen que está bajo soberanía danesa, aunque si miramos su ubicación parece ser más americana que europea. Será por eso que no pertenece a la UE, ¡qué frío! Algún gracioso incluso dice que allí viven siempre como en las películas navideñas yanquis pero a lo bestia, ¡qué frío! De verdad, ¡qué frío!
Será por eso que la prensa española se ha quedado helada ante la celebración de las últimas elecciones autonómicas en la isla. Ni El País, ni El Mundo, ni Público, ni el ABC, ni La Razón, ni El Periódico ni La Vanguardia, ninguno de ellos parece tener mucho interés en la situación política de aquellas tierras heladas, ¡qué frío! Ninguno de ellos se ha dignado a escribir una sola línea para contarnos, aunque fuese de pasada, lo ocurrido con las elecciones del pasado martes. Ni si quiera el hecho de que Otegui se haya referido a ellas en un acto público parece haberles movilizado a curiosear un poco, ¡qué frío! Y casi mejor, porque conociendo los precedentes, seguramente de hacerlo, lo habrían hecho para pedir su ilegalización por ser parte del entorno de ETA, al menos aquel partido al que públicamente había felicitado Otegui por su victoria. ¡Qué frío!
Porque esa es la cosa, que en aquel lejano territorio no solo ha habido unas elecciones sino que hasta se ha proclamado a un ganador de las mismas: La IA. Pero no se asusten que no es la Izquierda Abertzale, sino Inuit Ataqatigiit, el partido, eso sí, de la izquierda independentista de la tierra, ¡que frío! Vale, apenas llegan a las 60.000 personas en todo el territorio, pero eso no quita para que una victoria de un partido de izquierdas sea siempre motivo de alegría. Resulta además que este partido apuesta decididamente por la independencia total de la isla respecto de Dinamarca. En un contexto político, por cierto, donde el derecho de autodeterminación está reconocido gracias a la ampliación del estatuto de autonomía que los groelandeses y groelandesas aprobaron por referéndum el pasado mes de Noviembre de 2008. Una ampliación que entrará en vigor el próximo 21 de Junio, ya con los independentistas en el poder autonómico. Lo que pase en adelante está por ver, pero, con estos datos sobre la mesa, a nadie le podrá extrañar que a no mucho tardar tengamos un nuevo Estado independiente en el mundo, ¡que frío! Un nuevo Estado que para más inri se podría separar democráticamente, gracias a la voluntad soberana de su pueblo, de un país actualmente miembro de la UE. ¡Qué frío!
Vale, yo tampoco tenía ni puta idea de que se habían celebrado unas elecciones en Groenlandia hasta que leí en algún sitio que Otegui había felicitado públicamente a la izquierda independentista de aquel territorio por su victoria, aunque sí sabía del reconocimiento del derecho a la autodeterminación del que gozaban desde el pasado año. Pero bueno, uno no puede saberlo todo y estar al tanto de cada elección que se celebre en el mundo. Se supone que para eso tenemos a la prensa, para informarnos ¿no? Claro, que yo los entiendo, con tanto frío se han quedado helados, tenían enviados especiales para cubrir los comicios, pero a los pobres se les han quedado las manos que ni las de una estatua. Imposible enviar sus crónicas y noticias de los acontecimientos, ¡qué frío!
Entre eso y que hablamos de un proceso democrático donde ha resultado ganador un partido de izquierdas que puede conducir a su pueblo, vía aplicación popular del derecho a la autodeterminación, a la independencia respecto de un Estado miembro de la UE, como para enterarnos. ¡Qué frío! Aunque, pensándolo bien, me da que si tal hecho hubiese sido en cualquier isla del Mediterráneo, de esas bajo soberanía de cualquier Estado de la UE, y a 30 o 35 grados de temperatura, tampoco nos hubiésemos enterado. Será que soy así de mal pensado. ¡Qué frío!
miércoles, 3 de junio de 2009
Juntos somos un volcán
Pocas cosas se podrían decir ya en favor del voto para II-SP que no hayan sido dichas previamente por alguno de los muchos y muchas militantes, simpatizantes y/o colaboradores/as de las diferentes organizaciones y colectivos que conforman esta candidatura, en los innumerables artículos o manifiestos de apoyo que se han escrito al respecto tanto en los momentos precedentes a la presentación oficial del proyecto, como durante los días que duró el vergonzoso intento para ilegalizarla, y, por supuesto, durante el tiempo que llevamos de campaña electoral propiamente dicha. Aún así, desde aquí al domingo, todos aquellos que tenemos claro para quién irá nuestro apoyo solidario, internacionalista y de izquierdas, todos aquellos que tenemos ya decidido que nuestra papeleta será la de II-SP, debemos seguir insistiendo cada día en la petición de este voto al global de la clase trabajadora, porque hasta el último apoyo que se pueda obtener entre los trabajadores del Estado será un triunfo, con o sin representación final de la candidatura en el Euro-Parlamento. Un triunfo, eso sí, si se interpreta que este voto significa el apoyo a una propuesta política para la cual estas elecciones europeas debería ser sólo el principio de algo con mucha mayor profundidad histórica, la primera puerta abierta hacia un camino de izquierdas y revolucionario que haga temblar los cimientos del Estado Español y su modelo monárquico-imperial y capitalista. Un camino tan necesario como ilusionante.
Porque más allá de los resultados electorales que se obtenga el próximo 7-J, nadie podrá negar que, por primera vez en muchos años, un proyecto político de izquierda revolucionaria en el marco del Estado Español ha conseguido despertar la ilusión y el compromiso de miles de personas en cada una de su naciones, gentes de muy diversa procedencia territorial e incluso de diversas ideologías, que sin necesidad de abandonar sus convicciones nacionalistas, independentistas, republicanas o del tipo que sean las de cada uno, han visto como en un mismo manifiesto político todas ellas tenían cabida sobre la base de un planteamiento claramente de izquierdas, anticapitalista, en favor del derecho a la autodeterminación y la soberanía de los pueblos, y en contra del fascismo institucional representado por la ley de partidos y su defensores.
Podemos estar, sin duda, ante algo que pudiera ser histórico y que bien debiera tener una continuidad más allá del próximo domingo, algo que debería ser el inicio de una lucha conjunta entre todos y cada uno de los ciudadanos anti-capitalistas del Estado Español, seamos de donde seamos, nos sintamos lo que nos sintamos, tengamos los planteamientos ideológicos que tengamos, pues como bien dicen y repiten sin cansarse los miembros de la candidatura “juntos somos un volcán”. Un volcán que el día que de verdad explote será imposible de contener, que arrasará con su lava el viejo orden político y económico establecido en nombre de eso que llaman España, que destruirá con su fuego la vieja y caduca España de la que ya hablaba Blas Infante hace casi un siglo, y que abrirá el camino hacia un nuevo modelo de democracia que nos permitirá avanzar de manera conjunta hacia el socialismo y el reconocimiento a los derechos colectivos de los pueblos, por ende, para quién así lo quiera, también hacia la independencia de nuestras naciones. Un volcán con la fuerza de un ciclón y la capacidad deconstructiva de un terremoto. Un volcán que destruya y elimine lo viejo para dar vida a lo nuevo, tal y como se propugna desde la dialéctica marxista que a todos nos rige.
Por eso esta marcha conjunta que se inicia con estas elecciones europeas debería ser una marcha de la cual no se apartase ninguno de los colectivos y organizaciones políticas, sociales y sindicales que la han emprendido ahora, y a la cual se deberían sumar todas y cada una de las organizaciones anti-capitalistas que, por unos motivos u otros, todos respetables, han decidido no secundarla por el momento. Que la marcha se convierta en una gran manifestación de masas debería ser el objetivo de todos, de los que están dentro y de los que están fuera, de los que se sumaron a ella desde los primeros pasos y de los que de momento siguen caminando por una vía paralela. Habrá tiempo para que los caminos confluyan en un solo.
Los diferentes sentimientos a nivel de identidad nacional que tengamos cada uno de nosotros/as, nunca deberían ser, en el marco de un proyecto global de izquierdas anticapitalistas e internacionalista, un obstáculo para defender en común todo aquello que nos une frente al enemigo conjunto: El Estado Español monárquico-capitalista. Un Estado que oprime los derechos nacionales de los pueblos, que atenta contra la soberanía popular y el derecho a la libre decisión de los ciudadanos, y que sirve de anclaje para dar cabida a un sistema socio-económico que nos margina como trabajadores, y que en muchos casos, como es el de Andalucía, condena a las naciones y sus clases oprimidas a vivir con el fenómeno de la dependencia y el subdesarrollo como única alternativa, con las nefastas consecuencias a todos los niveles que ello conlleva. Si está manifiestamente claro que tenemos un enemigo común, ¿por qué no luchar juntos en un esfuerzo común contra el enemigo? Sería lo lógico.
Bien es cierto que cada nación del Estado tiene su propio ritmo de liberación, y que las condiciones objetivas que se dan en unas, no siempre son extrapolables a la realidad presente e histórica que se da en otras. Que incluso las propuestas de una confederación a la largo plazo de naciones libres y soberanas en un común proyecto socialista es algo que tampoco debe ser rechazado como posibilidad, de igual modo que aquellos proyectos independentistas deben ser respetados por quienes creen que aún es posible cambiar las cosas desde la base de un Estado conjunto de tales características. El posicionamiento que cada uno de nosotros tengamos a este respecto es tan legítimo como el de todos los demás, siempre y cuando se haga desde el respeto a la voluntad soberana de los pueblos. Pero de nada sirve entrar en este tipo de debates si la raíz central que debería sustentarlos, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación, no se contempla como posible en el ordenamiento jurídico. Nos peleamos entre nosotros/as por algo que desde el poder no se nos permite, peleamos sobre un ring amañado en el cual el que gana siempre no es uno de los púgiles que se dan inertemente puñetazos uno tras otro, sino aquel que organizó y patrocinó la pelea a nuestras espaldas, el que mueve los hilos en las sombras y disfruta con cada uno de los golpes que nos lanzamos entre nosotros, sabedor que, gane quien gane esa pelea, él seguirá teniendo la sartén por el mango. ¿No es más lógico golpear en conjunto a quien nos ha trucado y amañado el combate para su propio beneficio? Tiempo tendremos de pelearnos democráticamente entre nosotros, la prioridad es golpear y tumbar al fascista que nos impide que nuestra lucha democrática pueda ser alguna vez verdadera y realizable desde la igualdad de trato y el respeto a unas reglas que nos amparen a todos por igual en nuestras diferentes estrategias y tácticas democráticas. Donde no haya ninguno de los boxeadores que salga sin guantes o con las manos atadas.
Bien es cierto también que cada uno de nosotros somos hijos de nuestra madre y de nuestro padre, hijos de nuestra patria y de nuestra matria, cada cual con su lengua, su cultura, sus conflictos y su realidad histórica, sus posicionamientos ideológicos y su visión de futuro para la tierra que lo vio nacer. Pero, a pesar de ello, son muchas cosas las que nos unen y pocas las que nos separan. Todos somos de izquierda anti-capitalista y todos somos defensores del derecho a la autodeterminación de los pueblos y del avance hacia la plena democracia y el socialismo, argumentos más que poderosos para luchar en común contra aquellos que nos niegan sistemáticamente estos avances, tanto en el reconocimiento de nuestros derechos colectivos como pueblos, como en el avances hacia un modelo político, social y económico más justo y equitativo, más humano. Por ello es también mucha la fuerza que podemos aunar actuando juntos y con perspectivas de futuro a largo plazo, una fuerza que cuando se aplica en común, actúa también en común beneficio, tanto de los derechos de los trabajadores y trabajadoras que habitan y hacen su labor en cada uno de los rincones del Estado, como en favor del reconocimiento de los derechos colectivos que legítimamente le corresponden a los diferentes pueblos y naciones que lo conforman.
Tomar consciencia de los puntos que nos unen, y no dejarnos llevar por la exaltación de aquellos aspectos que nos pudieran dividir, debe ser la clave para la continuidad a largo plazo de este proyecto internacionalista y revolucionario que empieza a nacer ahora con la excusa de unas elecciones europeas, pero que no debe detenerse ahí bajo ningún concepto, así como debe ser la clave a largo plazo de su éxito, un éxito que sería el éxito de todos, de los trabajadores y de los pueblos, sin distinción alguna. Ser conscientes de que tenemos unos objetivos comunes, que luchamos para alcanzarlos contra un enemigo común, puede y debe ser el motor que haga que este proyecto político se consolide en el tiempo y avance imparable hacia el éxito. Que no es un éxito electoral, que debe ser un éxito político, un éxito social, un éxito revolucionario.
La derecha hace mucho tiempo que entendió la importancia de la unión para la consecución de los objetivos compartidos, y hace mucho tiempo que actúa de tal manera, con gran éxito para ellos y gran desgracia para nosotros. El pacto del PP-PSOE en Euskal Herría es simplemente uno de los últimos ejemplos, pero esta unidad de acción se puede ver sobre todo, a diario, en la defensa en común que estos partidos hacen de los valores capitalistas y las políticas neoliberales, a base de privatizaciones, liberalizaciones y recortes de derechos laborales que se dan día tras día en unos lugares y otros, y tanto estén el poder los unos como los otros. No hay distinciones ni disensiones cuando de defender los intereses compartidos se trata. De puertas para afuera se podrán tirar los trastos a la cabeza, pero de puertas para adentro, en lo fundamental para ellos, es decir, en la defensa de la Unidad de España y de los intereses capitalistas de las clases burguesas-imperialistas españolas, saben bien de qué mano han de ir, que es el uno al lado del otro. Visión de Estado lo llaman.
También nosotros tenemos que tener esta visión, que no es de Estado, pero sí es de compromiso revolucionario y de defensa de nuestros intereses conjuntos: el derecho a la autodeterminación, la soberanía popular y el socialismo.
Frente a la Unidad de España y el capitalismo que defienden desde el bloque de las derechas españolas (PP-PSOE-CIU-PNV, etc.), debemos enfrentar el derecho a la autodeterminación y el socialismo de las izquierdas del Estado, ya sean vascas, catalanas, andaluzas, gallegas, canarias, castellanas o estatales. No queda otra salida si queremos aspirar a combatir algún día en igualdad de condiciones.
Mientras la derecha actúe unida y la izquierda divida, mientras ellos se unan por su amor al capitalismo y la unidad de España, y nosotros sigamos peleados internamente por conflictos a nivel teórico, o por enfrentamientos chauvinistas, jamás habrá posibilidad alguna de impulsar un verdadero movimiento de cambio que nos lleve a la consecución de nuestros objetivos políticos.
Ya es hora de que una verdadera izquierda internacionalista y revolucionaria emerja unida para aglutinar todas y cada una de las fuerzas actualmente dispersas a lo largo y ancho del Estado, luchando en común por las defensa de los intereses y objetivos comunes, desde el respeto mutuo y la libertad de acción, desde el avance en el seno de su realidad objetiva de cada uno de los diferentes colectivos que conformen la unión revolucionaria, pero con la vista puesta siempre en la lucha por la consecución de aquello que todos defendemos por igual: el reconocimiento del derecho a la autodeterminación, la soberanía popular y el socialismo. Luego que cada pueblo ejerza su voluntad y decida en libertad lo que crean sus ciudadanos que más les convenga, y que cada cual tenga su propio ritmo en la construcción del socialismo según su propia realidad histórica, pero si perdemos la perspectiva de un enemigo conjunto, que actúa unido, y que, como tal, debemos combatir unidos, estaremos dándole demasiadas ventajas como para lograr vencerlo en algún momento. La historia de cualquier proceso revolucionario lo demuestra y nuestra actual realidad política en el marco del Estado Español lo constata.
Ha sido el propio Alfonso Sastre, en uno de sus recientes artículos, quien ha alabado el ejemplo de dignidad del que han/hemos hechos gala centenares de ciudadanos, alzando la voz contra la tropelía antidemocrática proyectada como camino a seguir por el Estado Español y sus instituciones, mostrando sin ningún tipo de ambigüedades nuestra solidaridad con todos y cada uno de los integrantes de la candidatura que han sido puestos en el disparadero mediático sin ningún escrúpulo como si por el simple hecho de ser miembros de esta candidatura ya tuvieran las manos manchadas de sangre inocente, levantándonos de manera coherente en defensa de nuestras ideas y nuestros profundos convencimientos democráticos, un ejemplo de dignidad y de unión que bien merece un aplauso generalizado, no ya tanto por la inmensa calidad y claridad discursiva de las diferentes intervenciones, sino, sobre todo, por la fuerza y la valentía con que se han proclamado desde todos los rincones del Estado Español y aun afuera de las fronteras del mismo. Ese es, sin duda, el camino.
Los golpes que recibamos los recibimos todos, los golpes que demos los debemos dar igualmente también todos, cada cual desde su rincón, pero con la mirada siempre consciente de que en ese puño que se lanza va la fuerza de todos, que es mucha fuerza, tanta como para aspirar seriamente a derribar y vencer por KO al enemigo.
Así que sí, es cierto, “Juntos somos un volcán”. No dejemos que nuestra lava se esparza para quemarnos a nosotros mismos, que es lo que viene sucediendo desde hace ya desgraciadamente mucho tiempo, incluso en aquellos lugares más conscientes y combativos.
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