sábado, 10 de enero de 2009
De sin vergüenzas y cínicos
Llevamos años teniendo que aguantar la cantinela sionista sobre el supuesto uso que los combatientes palestinos hacen de su población civil como escudos humanos. Años teniendo que soportar las afirmaciones acerca de la supuesta cobardía de los milicianos palestinos que se esconden detrás de sus mujeres e hijos para disparar. Años teniendo que convivir con el discurso referido al poco aprecio por la vida de sus compatriotas civiles que tienen los militantes de las diversas fuerzas de la resistencia palestina, y años acostumbrados a tener que apretar el puño cuando escuchamos que la muerte de tantos o cuantos inocentes palestinos es culpa de quien así los utiliza como coartada sobre la que justificar su lucha. Años en los que hemos tenido que aprender por la fuerza que los palestinos no mueren por las balas y las bombas israelís, sino por la temeridad de los “terroristas” que habitan entre ellos. Años teniendo que aguantar y tragar con las soflamas que nos aseguraban una y otra vez que estas cobardes actitudes son patrimonio exclusivo de los “islamistas”, en clara demostración de lo terriblemente malos y sanguinarios, despiadados y anti-civilizados que son. Todo para que al cabo de tantos años, en pleno uso indiscriminado de tal argumento en todos los medios de comunicación pro-sionistas, Amnistía Internacional venga y nos diga: "Nuestras fuentes en Gaza informan de que los soldados israelíes han entrado y tomado posiciones en varias viviendas palestinas, obligando a las familias a quedarse en una habitación del primer piso mientras utilizan el resto de la casa como base militar y posición para francotiradores". Que sin vergüenzas, cuanto cinismo.
Llevamos años también teniendo que tragar con la actitud miserable y cómplice de los países de la Unión Europea en todas y cada una de las aventuras genocidas que Israel emprende en tierras de sus vecinos palestinos o libaneses. Años viendo como nuestros líderes políticos se quedan de brazos cruzados ante las matanzas indiscriminadas de civiles que se suceden (para bochorno de la humanidad humana) cada cierto periodo de tiempo en tales territorios. Años teniendo que soportar como en boca de los mandatarios europeos se repiten en cada uno de estos conflictos los “llamamientos a la calma”, las “peticiones urgentes de alto el fuego”, las “denuncias a la desproporcionalidad de las respuestas israelís”, las condenas de boquilla, y el pasotismo real ante los macabros asesinatos de palestinos. Hoy como ayer, ayer como hoy, todo el mundo entre los líderes europeos habla pero nadie hace nada, nadie mueve al final ni un sólo dedo para detener las masacres sionistas, no se toman medidas políticas de ningún tipo que ayuden a forzar al estado terrorista para que deponga su actitud miserable e inhumana, ni se hace nada que remotamente se le parezca y que realmente pudiera ser efectivo como método de presión. Lo volvemos a ver estos días. Y todo para que, después de tantos años de complicidad y de buenas intenciones para resolver "pacíficamente" el “conflicto palestino-israelí” que no sirven para nada (más que para perpetuar la ocupación y aumentar los muertos), en pleno genocidio en Gaza, tengamos que ver ahora como la Comisión Europea amenaza, a consecuencia de la “guerra del gas”, a los países implicados en tal controversia con “ejercer represalias” y con “tomar medias políticas drásticas” si no se restituye en normal flujo de Gas desde Rusia y Ucrania hasta los países miembros. Si un país mata a cientos de civiles inocentes en unos pocos días, si persigue y castiga con aventuras bélico-genocidas a todo un pueblo de millones de personas, la Unión Europea todo lo más lanza al viento mensajes inertes que no implican nada ni aportan nada, que no sirven para nada, pero si un país decide cerrar por unos días el grifo del gas que llega hasta nuestras fronteras, rápidamente salen los cabecillas de las principales instituciones de la Unión a amenazar con tomar medias políticas y represalias contra ese país. Será que la vida de un palestino importa menos que el abastecimiento de gas para las industrias y las cocinas de los europeos. O será que morir de frío debe ser algo mucho más terrible que morir sepultado bajo los proyectiles israelís en Palestina. O tal vez sea (seguramente) que la Unión Europea se planteará el tomar medidas contra Israel sólo en el momento en que tal país deje de cumplir sus compromisos contractuales y comerciales con Europa, es decir, si llegase el caso en que Israel dejase de pagar alguno de los plazos que adeudan a Europa por los más de 200 millones de euros que los Estados miembros venden en armamento a Israel cada año. Que sin vergüenzas, cuanto cinismo.
Y no menos años llevamos teniendo que aguantar los ataques de la derecha española contra la revolución cubana y sus dirigentes. Años en los que se viene acusando al gobierno de la isla de carecer de libertades y de atentar contra los derechos humanos. De prohibir la libertad de expresión y de ejercer la censura informativa con los disidentes. Años en los que nada de lo que provenga de Cuba puede ser considerado como bueno y respetable, digno de halago, ni aún cuando prestigiosos científicos nos aseguren y demuestren con sesudos análisis que aquel país es el único del mundo con un desarrollo sostenible potencialmente exportable para el resto de países sobre la faz de la tierra, el único que compatibiliza una tasa elevada de desarrollo humano con un consumo responsable de recursos naturales que no atenta contra la salud ambiental del planeta ni pone en peligro su existencia. Años en que, como dijese hace pocos días Esperanza Aguirre, la organización de cualquier evento en reconocimiento a la Isla caribeña es algo “escandaloso”. Todo para que ahora, a la par que la señora presidenta lanza su discurso anticubano, tengamos que soportar como todos y cada uno de los líderes de la derecha española permanecen absolutamente callados ante la matanza de inocentes en Gaza, ante el quebrantamiento sionista de los más elementales valores en respeto de los derechos humanos (denunciados por la OMS, Cruz Roja, la ONU, Amnistía Internacional, y tantos otros), ante la censura informativa que Israel está ejerciendo para con la cobertura mediática de la guerra y ante la falta de libertad a la que son sometidos los palestinos cada día en el interior de sus fronteras (todo aquello, multiplicado de manera evidente por mucho, ante lo que tanto protestan cuando supuestamente se trata de Cuba). Callados andan ahora estos señores y señoras de la derecha española, eso cuando no están directamente y sin miramiento alguno puestos del lado de los asesinos. Habla entonces Esperanza Aguirre de lo “escandaloso” que resulta que la Casa de América en España conmemore los 50 años de la revolución cubana, pero no dice nada del tratamiento bochornoso que los medios de comunicación a su cargo están dando a la masacre israelí, convirtiendo a los asesinos en víctimas y a las víctimas en verdugos, anulando toda posibilidad de pluralidad informativa y dando como válida en todo momento la versión israelí de los hechos. Que se celebre un evento en honor a la revolución cubana es para esta señora “escandaloso”, en cambio silenciar el sufrimiento y la matanza a la que están siendo sometidas millones de personas en un espacio de tierra más pequeño que la propia Comunidad de Madrid, aún más, transformar tal matanza en heroicos actos del valeroso ejercito israelí en defensa de su tierra, su pueblo y su gente, debe ser para ella y los suyos algo muy digno y maravilloso. Que sin vergüenzas, cuanto cinismo.
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Si amigo, la palabra años queda subrayada, desde hace más de diez, con sus trescientos sesenta y cinco días, de veinticuatro horas, exponiéndote a informaciones y noticias de injusticias sin fin, habiendo podido evidenciar una y otra vez, la pluralidad de maneras de contar una misma película, por diferentes personas, según sus intereses. Debido a haber invertido gran parte de este tiempo, a la examinación de las noticias, consultando el mayor numero de medios diferentes, para así, tras comparar y contrastar de manera intensa, los datos de unas y otras, elaborar un papel activo de crítica, estructurando bien tus ideas y dejando por escrito las reflexiones, de todo lo que acontece en el territorio y en el mundo, desde un punto de vista neutral con patrones de justicia y equidad.
ResponderEliminarHa nacido un nuevo tipo de periodismo, elaborado por buenas personas, que van de mano de la verdad, y que seguro que nuestras futuras generaciones agradecerán. Este periodismo va a ser difícil que pueda ser publicado en medios tradicionales, ya que lo supera en firmeza y rigor, así que sería conveniente idear alguna manera, de que cada vez, más gente empiece a estar pendiente de todo lo que decís los nuevos periodistas, sin carrera de periodismo, pero que desempeñáis las funciones de un periodista, hasta tal cota de desarrollo, que hacéis un gran honor a las ciencias de la información, de una manera más acentuada, que muchos de los que tienen la carrera, alardeando de serlo, y no aportando ninguna noticia ni critica, ni fidedigna.
Qué credibilidad puede ofrecer alguien que no haga autocritica a su sistema de valores, la gente no siempre está en lo cierto desde un primer momento, y como no son ríos, pueden giran en su curso retroceder y pensar lo contrario a lo que pensaban ayer, si tienen motivos para así hacerlo, esto denota flexibilidad, gran cualidad, en cambio todo el que no cambia de opinión ni sabiendo que está en el error, sea por los motivos que sea, se asemeja al agua estancada y sin vida, siendo esta forma caduca y perecedera, ya que la luz de la verdad, tarde más o menos siempre iluminara. Una cualidad fundamental para alguien que quiera desarrollarse como persona y poder hablar dando ejemplo a los demás, es que sea capaz de hacer autocritica a su sistema de valores, cosa que no cumple la mayoría de periodistas de los medios de comunicación tradicionales, todo el que no pueda realizar este ejercicio, no podrá informar sino manipular e imponer.
Esta patente que ahora mucha gente empieza a involucrarse de una manera más activa en la exploración de las noticias sobre los conflictos y demás divergencias informativas que tú llevas constatando desde hace muchísimos años, esta ventaja te hace distanciarte del resto, porque la mayoría, por mucho que corran ya no te podrán alcanzar.No es casualidad que puedas decir las cosas que comentas, ha sido un ejercicio férreo y constante, el poder llegar a producir criticas tan veraces de todo lo que ves.
Un fuerte abrazo.